sábado, 15 de abril de 2017

Profecía personal (Parte 2)


¿Cuál es el motivo? El motivo para dar este seguimiento debe ser examinado. Se necesita que a la profecía se le de seguimiento para ayudar a la persona que la recibió. Si de la profecía resulta confusión o duda, debe entonces darse consejería.
Por otra parte, puede haber otros y menos útiles motivos. Por ejemplo, ¿está alguien simplemente tratando de probarle al profeta que estuvo lejos del blanco?
La escritura dice: "Contra un anciano no admitas acusación sino con dos o tres testigos" (1 Tim. 5:19). Esto se hace así para la protección de los líderes quienes pueden ser con falsos reportes. Nosotros debemos ser cautos de recibir muy rápidamente una acusación contra la moral sexual personal o la integridad financiera; de la misma manera debemos evitar calumniar el ministerio de alguien declarando que él o ella han dado una falsa profecía cuando los hechos no dan sustancia absoluta a la acusación. Y aun cuando se ha comprobado una palabra inexacta, creyentes maduros deben darle seguimiento, los cuales entiendan que el propósito de Dios para la disciplina es redentor y conciliatorio
Si una profecía inexacta es tratada públicamente en una Iglesia local, a la congregación debe proveérsele una perspectiva balanceada que coloque la palabra en el contexto entero del ministerio del profeta. Si al pueblo se le dice acerca de las profecías exactas y la calidad del ministerio que tiene lugar adicionalmente a la palabra inexacta, algunos serán prevenidos de desarrollar una actitud de desconfianza hacia un verdadero profeta de Dios.
¿Qué Decir Acerca de Profecías que Parecen Contradecirse Una con Otra? Cuando vemos las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento, nosotros podemos entender por qué el pueblo de Dios puede haber estado confundido o dudoso acerca de algunas de ellas. Algunas de las palabras que profetizan la vida y el ministerio de Jesús parecen en la superficie ser contradictorias o aún mutuamente exclusivas.
Por ejemplo, el profeta Miqueas dijo que el Mesías nacería en Belén (Miqueas 5:2), sin embargo el profeta Isaías dijo que su luz brillaría en Galilea de los Gentiles (Is. 9:1,2). Adicionalmente el profeta Oseas predijo que el Hijo de Dios saldría de Egipto (Oseas 11:1).
La confusión resultante llevó a algunas personas a dudar del Mesianismo de Jesús (Juan 7:41-43). ¿Cual de estas profecías fu verdadera?
Como resultó, por supuesto, todas ellas fueron profecías genuinas cumplidas por la vida de Jesús. Pero solamente después que todo pasó fue claro como estas aparentemente contradictorias palabras podían todas ser verdaderas.
Algunas veces los hechos superficiales parecen contradecir la exactitud de una profecía o la validez de su cumplimiento.
Los fariseos y teólogos, por ejemplo, declararon que Jesús no podía ser el cumplimiento de las profecías concernientes al verdadero Profeta - Mesías, porque no había profecías acerca de Su nacimiento y desarrollo en Nazareth de Galilea.
Así que la información superficial que ellos conocían los llevó a rechazar a Jesús.
El hecho oculto del asunto, sin embargo, fue que Él fue realmente nacido en Belén de Judá, lo cual estuvo de acuerdo con las profecías mesiánicas. Así que la presunción de los fariseos y otros los condujo a perderse el cumplimiento de la profecía cuando ésta tuvo lugar.
Nosotros hemos visto a Dios juzgar profetas por dar profecías presuntuosas. ¿Qué entonces hará Él a aquellas que declararon presuntuosamente que profecías verdaderas son falsas?
¿Siervo Sufriente o Rey conquistador? Nosotros podemos tomar un segundo ejemplo de las profecías mesiánicas. El profeta Isaías dijo que el Mesías sería un siervo sufriente, herido, golpeado y asesinado por nosotros (Is. 53:4-9). El profeta Daniel, sin embargo, vio al Mesías, a quien el llamó el Hijo del Hombre, venir en nubes de gloria como Conquistador y Liberador. (Daniel 7:13-14). La aparente diferencia entre estas dos figuras del Mesías llevó aún más gente a tropezar en su entendimiento de Jesús. Si el Mesías debía venir con poder, ¿cómo podía Jesús ser el Mesías?
De nuevo, como resultó ser, ambas imágenes proféticas son verdaderas. Pero para que se cumplan, el Mesías debe venir dos veces: la primera vez como Siervo sufriente, la segunda como Rey Conquistador. La mentalidad que el pueblo tenía en los días de Jesús previno que muchos lo aceptaran porque la realidad acerca del Mesías era más complicada de lo que ellos habían anticipado, aun cuando la profecía había predicho ambas venidas del Señor.
Toma Paciencia el Procurar las Profecías Personales Progresivas. Yo he testimoniado de algunos que han sido desalentados con sus profecías a algunos que aún más, las rechazan, debido a su aparente confusión, contradicción o su parcial cumplimiento. Para evitar tal desaliento, debemos mantener en mente un principio importante de las proclamaciones proféticas: no todas las declaraciones hechas dentro de un mismo flujo de palabras proféticas serán necesariamente cumplidas en el orden hablado o dentro de un marco de tiempo sencillo.
Considere por ejemplo, el flujo de palabras proféticas de Isaías acerca del ministerio del Mesías, registrado en Isaías 61:1-2:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová, me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro...
Jesús leyó esta profecía en voz alta en la sinagoga y declaró que en Él se estaba cumpliendo (ver Lucas 4:16-21).
Sin embargo, Jesús no citó el flujo completo de la profecía. Él realmente paró en la mitad de la oración, porque la parte de la profecía que Él estaba cumpliendo en su primera venida se detenía en la frase "a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová". Aun porción subsiguiente de esa oración - "y el día de la venganza del Dios nuestro". También se aplicaba a Él pero no será cumplida sino hasta la segunda venida de Cristo como juez de la tierra. De este modo aun dentro de una sola oración o profecía, dos eventos que están apartados por miles de años son predichos.
Los fariseos pudieron haber acusado a Jesús de no citar y aplicar adecuadamente la profecía Mesiánica de acuerdo a su propia y rígida interpretación y aplicación de ella. Fácilmente ellos pudieron haber dicho, "pero ¿que con respecto a "el día de la venganza de nuestro Dios"? "¿Por qué no mencionaste eso? No vemos tu juicio divino pronunciado sobre el mundo, y si no estás completando todas las declaraciones de esta profecía juntas, entonces no se le aplica a ti".
Ahora, conociendo como sabemos que la segunda venida traerá el "día de la venganza del Dios nuestro" nosotros podemos ver que tal acusación por parte de los fariseos hubiera reflejado su propio limitado entendimiento y experiencia del proceso profético. Ellos pudieran haber rechazado la idea de que la profecía de Isaías se aplicaba exactamente a Jesús porque ellos no conocen los dos mil años que estaban entre las dos partes una sentencia profética sencilla.
Lo mismo fue verdad para el flujo de declaraciones proféticas que el ángel Gabriel profetizó personalmente a María, la madre de Jesús:
Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su Padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá fin.
Lucas 1:31-33
Varias de estas declaraciones, aunque todas fueron habladas en la misma ocasión, se aplican a un tiempo y estación de cumplimiento diferentes. La Palabra profética acerca de la concepción de María fue cumplida inmediatamente. La palabra acerca del nacimiento de Jesús tuvo lugar más tarde en el tiempo y estación normal de los nueve meses después de la concepción. Y las declaraciones acerca de l Reino Eterno de Jesús todavía deben ser cumplidas.
Con estos ejemplos en mente, debemos recordar que así como no debemos juzgar tan rápidamente las profecías como inexactas, tampoco debemos apurarnos a juzgarlas como contradicciones. Nosotros podríamos simplemente no tener suficiente información para emitir el juicio. El tiempo y la experiencia pueden probar bien, como hicieron con las profecías mesiánicas, que las palabras proféticas solamente parecían ser contradictorias. Aquellas que parecen ser mutuamente excluyentes ahora pueden bien mostrarse a sí mismas complementarias a medida que Dios haga las cosas en su tiempo.
La Vida Posee Diferente Estaciones. Mantenga en mente que la vida tiene sus estaciones, y que cada una es única. Una profecía puede referirse a una estación determinada en la vida de una persona, y otra profecía a otra estación. Así que si una palabra, por ejemplo, habla acerca de abundancia financiera, mientras que otra predice tiempos difíciles, estas probablemente no se contradicen, sino mas bien describen diferentes períodos de tiempo en el futuro.
También tenga cuidado de leer mucho las palabras. Algunas veces las contradicciones se dan en nuestras asunciones acerca de lo que las palabras proféticas dicen, y no en lo que ellas dicen verdaderamente.
Por ejemplo, una profecía puede decir que un hombre tiene un llamado a ser profeta, mientras que dice que él tiene un corazón de pastor, y otra dice que él hará trabajo de evangelista. Aparte de la posibilidad de que estos tres ministerios puedan tener lugar en diferentes estaciones de su vida, debemos hacer notar que tener un "corazón de pastor" no es lo mismo que ser llamado al oficio de pastor, ni "hacer el trabajo de un evangelista" es lo mismo que ser llamado como evangelista. Si asumimos que tres tipos diferentes del llamado al quíntuple ministerio han sido profetizados a la misma persona, podríamos concluir que las profecías se contradicen una a otra. Pero si prestamos atención cercana a lo que fue exactamente dicho, las contradicciones aparentes desaparecen.
Por ejemplo, si yo hubiera recibido varias profecías de personas diferentes cuando fui adolescente, y cada profecía hubiera descrito un aspecto diferente de los varios ministerios que yo he tenido durante los siguientes cuarenta años, me hubiera podido confundir o pensar que los profetas se contradicen uno a otro.
Uno pudo haber profetizado que sería pastor, otro; que yo enseñaría, otro, que yo sería profeta; y otro, que yo haría un trabajo apostólico. Yo hubiera recibido palabras acerca de tener un ministerio viajero y ministrando en un lugar, acerca de pérdidas financieras y prosperidad financiera, y así hubiera seguido.
En esa edad y etapa de mi vida yo hubiera gritado confundido: ¿Cuál es el ministerio al que he sido llamado? ¿Tendré un ministerio local o mundial? ¿Seré popular o seré perseguido, limitado en mis recursos o bendecido financieramente?
Sin embargo, todas estas palabras proféticas pudieron haber sido exactas en describir una estación de mi vida u otra. Yo fui pastor por seis años y maestro en el Colegio Bíblico por cinco años. He hecho el trabajo apostólico de fundar y construir el Christian International College y la Red de Ministros Proféticos. Mientras tanto, a través de mi vida ministerial completa yo he funcionado como profeta.
Si usted recibe varias profecías que parezcan confusas y contradictorias, no se desanime o tire lejos las preferencias. Sólo permítale al tiempo y a la experiencia de la vida probar su exactitud.
3. ¿Se Realiza la Profecía Normalmente de Acuerdo a las Experiencias Humanas? Cristo fue el cumplimiento del cientos de profecías del Nuevo Testamento. Pero aún así hombres y mujeres en su entendimiento natural de estas profecías encontraron difícil recibirlo como el Mesías (Juan 6:41; 10:24). Por esta razón, debemos concluir que una mente natural por si sola no es suficiente para determinar cuando una profecía ha sido cumplida. Debemos tener un espíritu devino de revelación - así como debemos discernir correctamente el significado de la Escritura.
Tome otro ejemplo bíblico. Los escritores del Nuevo Testamento declararon por el espíritu de revelación que ciertas profecías del Antiguo Testamento fueron cumplidas por eventos que a veces contradicen meramente el entendimiento natural y las circunstancias.
El primer Pentecostés nos da una ilustración que ayuda.
Pedro habló por revelación cuando el describió esa día como un evento "hablado por el profeta Joel" en relación al derramamiento del Espíritu Santo (Hechos 2:16), mientras tanto, aquellos sin la revelación vieron el mismo evento y se preguntaron, "¿Qué significa esto? (vv. 12,13). Este fue un evento histórico sin precedentes, que cumplió profecías - pero muchos no percibieron su importancia y así se perdieron sus beneficios.
El profeta Isaías predijo la destrucción de Israel, diciendo que a través de la invasión de Babilonia Dios hablaría con juicio a su pueblo en lengua de tartamudos, y en lengua extraña hablará a este pueblo" (Is. 28:11). Esto de hecho tuvo un cumplimiento literal en la historia. Aunque tomó la profecía y la aplicó para describir el don de lenguas dado por el Espíritu Santo a la Iglesia (1 Co. 14:21). Aunque la profecía del Apóstol pueda parecer a la mente natural fuera de contexto y hermenéutica mente incorrecta, aun así debemos aceptar su interpretación como válida y divinamente revelada porque es parte de las Escrituras del Nuevo Testamento.
Un Ejemplo Personal. En una escala mucho menor, mi propia vida provee varias ilustraciones claras de cómo las profecías a menudo suceden de otra manera diferente de la que nosotros mismos visualizamos. Una vez, por ejemplo, fui a ministrar profecía, extendiendo mi fe para una aseveración de Dios de que el suplirá una necesidad financiera desesperada. Faltaban dos días para que se venciera el pago de $ 40,000.00. Una aseveración en la profecía que recibí dijo. "Yo supliré tu necesidad, porque negarte a ti sería negarte a mi mismo". Así que me fui confesando que mi necesidad financiera sería satisfecha. Pero resultó que el pagó jamás fue hecho.
¿Qué pasó? Le dije al Señor que Él no había cumplido Su promesa profética a mí. Dios respondió "Sí lo hice. Cubrí la necesidad que prometí cubrir proféticamente a través de mi siervo. El problema es que tú pensaste que tu mayor necesidad era ese pago. Pero yo vi. una necesidad aun mayor que ese dinero, y he cumplido esa necesidad fielmente". Él entonces iluminó mi mente para que pudiera ver cuan grande fue la necesidad que Él satisfizo esa noche, y aprendí de nuevo una vieja lección: el cumplimiento profético no viene siempre de acuerdo a nuestros deseos y expectativas.
4. ¿Por qué Dios permite que se Manifiesten los Falsos Profetas y la Profecía? Podríamos contestar la pregunta con una serie de otras preguntas, cuyas respuestas son todas las mismas: ¿por qué Dios permite falsos maestros y falsas enseñanzas? ¿Por qué estas herejías y cultos? ¿Por qué hay charlatanes y farsantes en la Iglesia?
La respuesta bíblica a estas preguntas es que Dios permite un falso ministerio por varias razones. Primero, Él permite probar el corazón de su pueblo:
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigios que él te anunció, diciendo: vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños, porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis al a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma.
Deuteronomio 13:1-3
Estas pruebas divinas demuestran si el pueblo de Dios lo seguirá a Él o se irá tras un hacedor de milagros que los aparte de sus mandamientos y su voluntad.
Segundo, Dios permite que los falso aparezca porque el contraste entre lo verdadero y lo falso provee una oportunidad para discernir las diferencias claramente y que entre vosotros haya discusiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados (1 Co. 11:19).
Tercero, Dios permite que lo falso se levante como fuente de error y engaño para aquellos que son deshonestos: "Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios les entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen" (Ro. 1:28).
Juicio y Separación: cuanto, Dios usa lo falso para traer juicio sobre los desobedientes. Jeremías nos dice que en sus días los falsos profetas se habían multiplicado en medio del pueblo de Dios, conduciéndolos al error y llevándolos a la inmoralidad. Pero ellos vinieron a ser una herramienta en manos de Dios para juzgar la maldad de su gente, porque ellos falsamente predijeron paz cuando de hecho Dios planeaba la nación (ver Jer. 23: 9-40).
Finalmente, Dios permite que lo falso aparezca en medio de Su pueblo para que Él pueda separar a aquellos que están comprometidos con Sus propósitos de aquellos quienes tienen curiosidad acerca de aquello que está sucediendo. Usted puede estar seguro de que cuando los líderes religiosos de los días de Jesús se levantaron en contra de Él, hablando falsamente y causando controversia, muchos que lo habían seguido hasta ese punto simplemente para ver los milagros consecuentemente cayeron en lugar de presionar para saber con certeza lo que era cierto. De una manera similar, yo creo que la controversia que ahora se da alrededor del ministerio profético se agudiza en los días que vienen, porque Dios nunca hace fácil que lleguen las verdades presentes. Como el ejército de Gedeón, el grupo de 22,000 quienes tienen un corazón que se desvanece y son desalentados sobre el desbalance, los extremos y el error tendrán una amplia oportunidad de "irse a casa" y rendirse al movimiento entero por el problema de unos cuantos.
5.¿Cómo Podemos Sopesar y Probar que una Palabra es Verdadera así como Tener Fe en la Palabra del Señor y Creerle a sus Profetas? Cuando tratamos de ser fieles así como responsables en responder a la profecía personal, a veces nos encontramos en un dilema. Por un lado, la actitud escritural hacia recibir la profecía es positiva somos llamados a "no menospreciar las profecías" (1 Ts. 5:20). Somos alentados a creerle a los profetas de Dios para poder (2 Cro. 20:20). Y hemos aprendido que la Palabra de Dios no será beneficiosa si no es "mezclada con fe" en nuestros corazones cuando la recibimos (Hch. 4:2).
Por otro lado las Escrituras nos previenen que no todas las palabras que dicen venir de Dios son verdaderamente inspiradas por el Espíritu Santo. En el versículo que sigue inmediatamente a la exhortación de Pablo de no despreciar las profecías, el previene, "examinadlo todo" (1 Ts. 5:21). Cuando el apóstol le recuerda a los Corintios que todos deben profetizar él hace notar que sus palabras sin embargo serán juzgadas (1 Co. 14:31,29). No podemos inocentemente asumir que cada pronunciamiento que reclame autoridad profética debe ser creído sin ser cuestionado.
Un Difícil Dilema. El dilema se agudiza cuando la palabra si es verdadera, llama a acción de parte del oyente. Por ejemplo en el Antiguo Testamento, Dios ordenó una vez a un joven profeta ir de Judá a Bethel y profetizar en contra del altar dedicado a los falsos ídolos del Rey Jeroboam. (Ver 1 Reyes 13:1-32) entonces, dijo el Señor, él debía retomar por una ruta diferente sin parar a comer o beber a lo largo del camino.
Sin embargo, un viejo profeta de Betel lo conoció en el camino y le mintió, diciendo que un ángel lo había instruido que le dijera al joven profeta que viniera a la casa del viejo para cenar. El joven profeta creyó que la palabra era de Dios, hizo lo que el viejo le dijo - y murió bajo el juicio de Dios por desobediencia. Su culpabilidad lo destruyó.
Una Hambruna Profetizada. Un ejemplo opuesto viene del Nuevo Testamento cuando el profeta Agabo profetizó en Antioquía que el mundo sufriría una sequía y hambruna, los discípulos de la Iglesia que escucharon la palabra tenían una opción: Podían actuar sobre la palabra en fe y obediencia tomando una ofrenda de ayuda para enviar a la Iglesia en Judea. O podían esperar para ver si la palabra verdaderamente sucedía y si sucedía, ellos perderían la oportunidad de responder.
Aparentemente, estos tempraneros creyentes de Antioquía estaban dotados con discernimiento y tenían un testimonio corporativo tanto de Agabo como de su predicción. Se movieron en fe de acuerdo a la palabra que le habló, y la profecía de hecho se cumplió (Hch. 11:27-30).
Una Gran Ola en la Florida. Para tomar un ejemplo más reciente al final de 1970 una mujer profetizó que la nación de Guatemala sufriría un terremoto. Sucedió justo cuando ella lo había predicho. Así que cuando un poco después ella profetizó que el Estado de Florida sería inundado por una gran ola en una fecha particular, usted entenderá por qué algunos cristianos estaban aprehensivos a medida que el día aproximaba. Ya que la palabra anterior de la mujer había sido exacta, ellos se preguntaron ¿Debería actuar sobre esta palabra y salir de Florida?
Una Iglesia en particular estuvo tratando de obtener la mente de Cristo en el asunto y le escuché decir que no habría gran ola. Reporté esto a la iglesia, y después que los ancianos tomaron consejo juntos, decidieron quedarse. La ola nunca llegó.
Dos Precauciones. ¿Que debemos hacer en una situación similar? Para evitar el engaño de falsas profecías podemos tomar dos precauciones. Primero podemos llegar a ser educados y maduros en las Escrituras y en el Espíritu para ejercitar discernimiento basado en la verdad bíblica y en un testimonio interno. Simplemente no hay sustituto para la madurez espiritual y el entendimiento bíblico.
Cuando tenemos una relación cercana con Jesús, entonces conoceremos la voz del Pastor. Aún si nuestras palabras no entienden la Palabra profética, nuestro espíritu será capaz de aceptarlo o rechazarlo. Podemos aprender a confiar en el testimonio interno de nuestro propio espíritu, tanto con la profecía misma como con el espíritu del que está profetizando.
Jesús dijo que la oveja conoce la voz de su pastor y su oveja conoce su voz. (Juan 10:1-16), pero las ovejas no nacen conociendo las voz del pastor. Aprenden a conocerla a través de una relación continua de escuchar y responderle. Lo mismo es cierto en nuestra relación con nuestro pastor.
Segundo, debemos estar bajo la cobertura espiritual de una autoridad que pueda hablar a nuestras vidas con autoridad y ofrecer consejo sabio acerca de las profecías que recibe. Nuestro pastor y otros líderes, pueden ayudarnos a determinar si acaso una profecía es escritural, exacta y dada en tiempo.
Los cristianos no deben ser o tímidos, creyendo toda palabra que cualquiera habla en el nombre del Señor. Se levantarán indudablemente falsos profetas diciéndole a algunas personas que se divorcien de su esposa, aconsejando a otros a hacer tratos de negocios desastrosos o poco éticos, alentando a otros a actuar en muchas maneras impías, si nosotros "probamos" las palabras proféticas sujetándolas a la Escritura y a supervisores espirituales, Dios no juzgará nuestra respuesta como falta de fe; Él la honrará como una sabia obediencia a sus directrices en la Escritura.
Sabiendo que aparecerán falsos profetas, los cristianos deban sin embargo, no plagarse a sí mismos de escepticismo o cinismo de tal manera que dudan aun de verdaderas palabras del Señor. Esta actitud únicamente los hará dudosas e indecisos, robándoles las promesas de Dios (Ver Hebreos 3:18,19).
6.¿Tendrá Siempre la Persona que Recibe una Palabra Profética Verdadera un Testimonio en su Espíritu de que es Exacta y Viene de Dios?
El testimonio del Espíritu a nuestro espíritu es una manera de determinar que si un pronunciamiento profético es de el Señor: "El espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios" (Ro. 8:16). Sin embargo, es probablemente la manera mas subjetiva de discernir la verdadera profecía ya que nuestro testimonio puede ser nublado por nuestros prejuicios previos a nuestra manera de pensar, nuestro conocimiento incorrecto, o la incapacidad de conocer lo que hay en nuestro propio corazón. Toda persona tiene puntos ciegos.
El profeta Jeremías dijo que el corazón es engañoso sobre todas las cosas, así que tenemos dificultad en conocerlo verdaderamente. Por esta razón, no debemos descartar una palabra como inexacta o incorrecta simplemente porque no tenemos testimonio de ella. (Como determinar verdadero testimonio en nuestro espíritu esta cubierto con más detalle en los primeros dos volúmenes de esta serie.
Eliseo y Hazael. El profeta Eliseo profetizó una vez a Hazael, un comandante militar bajo el rey Ben-Hadad de Aram, que el un día quemaría las ciudades de Israel y cometerían atrocidades horribles en contra de su gente, tales como asesinar sus niños y abrirle el vientre a las mujeres embarazadas. Hazael respondió a eso con sorpresa, diciendo que el nunca haría tal cosa. Él no se sentía capaz de tal degradación él no pensaba que tal cosa podía estar en su corazón (ver 2 Reyes 8:7-15). Pedro dio una reacción similar cuando Jesús le dio una profecía personal diciéndole que lo negaría.
No obstante, cuando Eliseo también profetizó que Hazael sería el próximo rey de Arám, Hazael fue a ver al rey Ben-Hadad, quien estaba seriamente enfermo y lo ahogó.
Después de este cruel asesinato, de hecho se volvió rey y procedió a oprimir al pueblo de Israel a través de todo su reinado tal como el profeta había dicho (2 Reyes 13:22). Aparentemente el asesinato estaba en el corazón de Hazael cuando Eliseo se lo profetizó, pero él mismo no reconoce esa realidad y pensó que el profeta había hablado equivocadamente. Él fue engañado por su propio corazón y de este modo fue incapaz de testimoniar una palabra profética verdadera.
Nosotros no Conocemos Nuestros Propios Corazones. Uno de nuestros miembros del CI - NPM recuerda la palabra que dio a un hombre acerca de su necesidad de sacar una raíz de amargura de su corazón perdonando a alguien. El hombre reaccionó bruscamente, insistiendo en que él amaba a todos y que no tenía nada contra nadie. Sin embargo cuando tomó consejería posteriormente con el ministro profético, resultó que de hecho él había hecho varios juicios severos contra varias personas y no les había perdonado. Aunque el pensó que conocía su propio corazón, él no había reconocido inmediatamente el problema, aun cuando el había sido confrontado directamente con él.
Nunca olvidaré una vez cuando estaba profetizando en una Iglesia local a un hombre cuyo pastor estaba parado directamente detrás de él cuando yo le ministraba. Cuando la palabra del Señor comenzó a tratar con ciertos problemas de su carácter y temperamento el hombre comenzó a fruncir el ceño y a sacudir su cabeza, como diciendo, "no, no, no". Pero al mismo tiempo, su pastor estaba parado detrás sonriendo e inclinando su cabeza, como diciendo: "si, si, si". El pastor conocía mejor el corazón de ese hombre que ese hombre mismo.
7.¿Es el Ministerio Profético Siempre la Dura Palabra del Señor o Contiene a Veces una Mezcla de Opiniones, Aplicaciones o Interpretaciones Humanas?
Tanto el registro bíblico como mi experiencia con numerosos ministros proféticos indican que aquellos que profetizan pueden a veces mezclar la pura palabra del Señor con sus propias ideas. Solamente dios es infalible. Una posible explicación escritural es la que discutimos antes en el último viaje de Pablo a Jerusalén y a las advertencias proféticas que recibió en el camino.
En ese viaje, Pablo le dijo a los ancianos de Efeso" (Hechos 20:22,23) en este y en otros pasajes (Ro. 15:25-31; Hechos 19:21) Pablo indicó que el creía firmemente que este viaje y sus consecuencias en Jerusalén eran la voluntad de Dios para él, a pesar de las adversidades que involucraría. Sin embargo, los discípulos en Tiro le dijeron a Pablo "a través del Espíritu" que él no debía hacer el viaje (Hechos 21:49.
¿Qué paso? ¿El mismo Espíritu Santo el que expresa una serie de direcciones proféticas opuestas para la misma persona y situación? ¿Cómo reconciliamos la declaración de Pablo de que el "estaba impulsado por el Espíritu" para ir a Jerusalén con la declaración de los discípulos en Tiro previniéndole "a través del Espíritu" que él no debía ir?
Las Pruebas de Dios. Nosotros podemos sugerir un par de posibles soluciones al acertijo. Una podría ser que el Espíritu Santo inspiró a los discípulos en Tiro para que le dijeran a Pablo que no fuera a Jerusalén como una manera de probar su compromiso para cumplir los propósitos de Dios para él a pesar de enfrentar sufrimiento, persecución, prisión y muerte. De hecho hay antecedentes bíblicos que revelan la posibilidad de que Dios no de la opción de hacer menos de lo que es el más alto propósito para nuestra vida.
Por ejemplo, Dios y Elías querían que Eliseo recibiera y llevara el ministerio profético de Elías. Pero Elías dio a Eliseo tres opciones y oportunidades de parar el hecho de recibir el manto profético. Jesús dio la misma opción a los Doce cuando otros discípulos comenzaron a dejarlo; Él les pregunto a ellos, "¿También ustedes se quieren ir?" (Juan 6:67). Y Gedeón bajo la dirección de Dios, dio a sus 32,000 soldados la oportunidad de irse a casa y no a la batalla. Unos 22,000 escogieron no ir por ese camino con Gedeón y con Dios.
Numerosos textos de las escrituras nos dicen que Dios prueba, trata y supervisa al justo. La primera profecía personal que Pablo recibió después de su conversión declaró que él sufriría grandes cosas por la causa de Cristo y su Iglesia. Así que los discípulos en Tiro pudieron bien haber sido instrumentos de Dios para probar la dedicación de Pablo para cumplir su profecía personal.
Una Mezcla de Palabras Inspiradas por Dios y Palabras Meramente Humanas. Otra explicación de la aparente contradicción entre lo que Pablo escuchó de Dios y lo que los discípulos en Tiro escucharon de Dios podría considerarse ser un ejemplo de como palabras inspiradas por el Espíritu y Palabras humanamente inspiradas podrían estar entretejidas en una expresión profética. Talvez lo que los discípulos recibieron a través del Espíritu fue la misma palabra que Pablo y otros habían recibido acerca del inminente peligro para Pablo en Jerusalén. Talvez a causa de su amor por Pablo, los discípulos habían llegado a añadir a esta palabra puro que no fuera (sus compañeros de viaje ya le habían urgido en una manera similar, Hechos 21:11).
El involucramiento emocional y el deseo personal son dos circunstancias que frecuentemente obstaculizan la pura expresión de la profecía. Así que es razonable imaginarse que los cristianos de Tiro hayan permitido a sus propias emociones naturales y sus persecuciones acerca de la voluntad de Dios para su amigo crearon un flujo impuro de la palabra profética.
Por muchos años de dar incontables profecías personales y trabajar con numerosos profetas, yo he descubierto que es ciertamente posible que esta mezcla de pensamientos humanos y pensamientos divinos sea posible. A veces los cristianos pueden sentir exactamente algo en sus espíritus mientras al mismo tiempo fallar en recibir una palabra divina de sabiduría para interpretar y aplicar adecuadamente lo que están sintiendo requiere días de experiencia profética ganar la madurez y la sabiduría espiritual para describir correctamente y aplicar adecuadamente nuestras percepciones proféticas.
Ilustraciones Contemporáneas. Para tomar un ejemplo más reciente, yo recuerdo una situación en la cual uno de nuestros ministros profetizó a un hombre acerca de la reconciliación de alguien cercano a él. El que estaba profetizando asumió que significaba una reconciliación en el matrimonio del hombre. El descubrió más tarde, sin embargo, que la palabra se refería acerca de una relación con el hermano de este hombre, quien estaba en pleito con él en una situación como la de Jacob y Esaú.
La palabra era correcta, pero la presunción del profeta acerca de su aplicación estaba equivocada. Si el profeta había dado una interpretación y aplicación basada en sus propios pensamientos, el habría dado una mezcla de interpretación humana con revelación diaria - diluyendo de este modo la pureza y exactitud de la palabra profética. Esta es una causa de lo que yo llamo "profecía presuntuosa".
En otra ocasión, un "profeta en entrenamiento "estaba orando por una mujer que acababa de perder un hijo en un accidente y estaba lamentándose y sintiéndose culpable acerca de eso. El hombre que profetizaba no sabía acerca de la tragedia, pero el vio en el Espíritu una imagen de un columpio vacío y la madre mirándolo con una sensación de pérdida y dolor. Él entonces precedió a interpretar la imagen por sí mismo, él dijo que creía que la imagen significaba que la mujer había perdido su primer amor por Jesús y que Dios quería que regresara.
Este hombre dio la revelación correcta pero la interpretación equivocada, y consecuentemente sus palabras fallaron en ministrar vida a la mujer. Si evitáramos nosotros mismos esas situaciones, debemos recordar siempre cuando profetizamos compartir exactamente lo que vemos o sentimos en el Espíritu sin añadir una interpretación o aplicación de nuestro propio pensamiento.
8. ¿Están los profetas dotados divinamente por Dios para ministrar proféticamente a cualquiera que viene delante de ellos para ser ministrados?
El profeta es uno de los cinco ministerios en el cual Cristo ha impartido una unción particular que habita con la persona (Ef. 4:11). Los dones de Dios regalados, no son prestados para ocasiones especiales. Los dones de Cristo simplemente capacitan el Espíritu Humano para operar dentro de las habilidades de Cristo.
Los pastores, por ejemplo, no necesitan una unción especial para predicar cada domingo; ellos simplemente planean predicar y compartir la verdad que Dios pone en su corazón. Ellos son pastores de sus ovejas veinticuatro horas al día, independientemente de cuando el teléfono suene o cual sea la necesidad. Como pastores ellos deben estar listos para ministrar "en tiempos y fuera del tiempo" (2 Tim. 4:2).
Ministrando por Fe. De la misma manera, la unción del profeta en él mora y puede ser tomada de allí por la fe en Cristo para dar una palabra a individuos en necesidad - dondequiera y donde sea que se encuentren. Como todos los ministros, el profeta debe "según el don que ha recibido" ministrarlo para servir a otros". Como buenos administradores de la multiforme Gracia de Dios", inclusive hablando "conforme a las palabras de Dios". (1 P. 4:10,11).
Pablo nos dice que si un hombre el don "de profecía, úsese conforme a la medida de la fe" (Rom. 12:6). Cada atributo y habilidad divina. La profecía incluida - es recibida, activada y ministrada por fe. Así que cuando alguien viene a un profeta necesitando ministración, el profeta simplemente puede profetizar por fe, confiando que el don de Cristo que mora en él está disponible. Sin embargo, un novato en el ministerio profético se ve a sí mismo como teniendo más fe y habilidad profética de la que es real, la persona puede probablemente dar muchas profecías presuntuosas mientras trata de profetizar "por fe" en sus propios dones.
Los Espíritus de los Profetas Están Sujetos. Al mismo tiempo "los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas" (1 Co. 14:32).
La situación que ocasionó este comentario fue la necesidad de que los profetas en Corinto tomaran turnos al hablar, pero yo creo que revela la realidad general de que los espíritus de los profetas pueden sujetarse a sus voluntades, tanto para restringirse como para activarse.
Si este es el caso, entonces nosotros necesitamos evitar regulaciones religiosas sobre la palabra profética que intente limitar a Dios. Algunos, por ejemplo, proclaman que nosotros solamente podemos profetizar si primero tenemos algún sentimiento particular o una sensación física. Otros insisten que solamente de cinco a diez personas máximo pueden recibir ministerio profético en un determinado servicio.
De hecho, cuando yo fui ministrado por un presbiterio profético en el Colegio Bíblico en 1953, cerca de ochenta estudiantes habían ayunado por tres días en preparación para recibir una palabra profética. Ellos y muchos otros cristianos, hambrientos de escuchar la palabra de Dios estaban presentes en la reunión. Aún así el ministerio profético, solamente llamó a dos personas, les ministró y luego cerró el servicio, sintiendo que el Espíritu Santo había terminado a pesar de los muchos que no recibieron el ministerio.
Por otro lado, mi experiencia y la experiencia de los ministros proféticos que he entrenado, nos enseña que nosotros podemos confiar en don de Cristo que mora en nosotros cuando lo necesitemos.
Yo puedo profetizar sobre cual yo ponga las manos debido al divino don del profeta - la Gracia de Dios y la fe fluyendo proféticamente de esta manera. Pablo dijo que nosotros de acuerdo a la medida de nuestra fe. (Ro. 12:6). Todos los profetas y pueblo profético no son dotados de la misma manera, ni tienen ellos la misma cantidad de fe para ministrar cosas espirituales.
Cuando yo fui activado y enviado por primera vez al ministerio profético a la edad de 17 años, yo solamente tenía la fe para profetizar profecías congregacionales. Después de que un mensaje profético particular me fue dado a mi el siguiente año, una mayor unción fue activada en mi. Mi exposición a la profecía personal incrementó mi fe para profetizar a individuos de vez en cuando. Pero mi fe y mi experiencia en el ministerio profético estaban limitada a ministrar con otros ministros proféticos en presbiterios proféticos y ocasionalmente dando profecías personales a los individuos.
Cerca de una década después, sin embargo, la soberanía de Dios se movió sobre mi una noche en una reunión y me capacitó para profetizar personalmente a las ochenta y cinco personas allí presentes. En ese momento pensé que esa sería la única experiencia de mi vida, pero dos semanas más tarde en otra reunión yo profeticé a ciento cincuenta personas. Por los próximos diez años ese nuevo entendimiento del ministerio profético me permitió la fe y la habilidad de practicarlo, y en 1979 comencé a entrenar a otros para que hicieran lo mismo.
Tratar de explicar en detalle como fue capaz de profetizar por fe en cualquier momento dado es tan difícil para mi como tratar de explicar los tecnicismos de como soy capaz de hablar en mi espíritu oración de lenguas en cualquier lugar y en cualquier tiempo que yo lo deseo (1 Co. 14:14). No dudo que todos los profetas no han tenido la misma experiencia ni han ellos activado en este tipo de flujo profético. Pero las diferencias en el ministerio profético no nos hacen a nosotros mayores o menores profetas o pueblo profético. Solamente somos lo que somos y hacemos lo que hacemos por la gracia de Dios.
(Para mayor discusión en este tópico, ver pp. 66-76 del volumen 2 en esta serie, profetas y Movimientos Profético).
9. ¿Es Posible Profetizar el deseo de una Persona si el deseo Está en Conflicto con la Voluntad de Dios Para la Vida de esa Persona?
Esta pregunta genera algunos aspectos difíciles, sin embargo, debe ser tratado. Nosotros podemos ser turbados por el prospecto de que Dios algunas veces puede hacer (o al menos permitir) que un profeta hable sobre el cumplimiento del deseo de alguien aun cuando el cumplimiento no es lo mejor para esa persona. Sin embargo las escrituras indican que veces el hace lo mismo.
Nosotros debemos notar primero un principio más general en la Biblia el cual es claro ya se que el ministerio profético esté involucrado. Dios algunas veces nos da lo que desea, aún cuando no se lo mejor para nosotros. Esta realidad es evidente en la parábola del hijo pródigo, en donde el padre - el cual representa a Dios el Padre - da a su hijo la herencia prematuramente, aun cuando el Padre sabe que causará la caída de su hijo (Lucas 15:11-31). De la misma manera ahora podemos insistir en tener nuestra herencia de parte de Dios el Padre antes de que maduremos lo suficiente para manejarla adecuadamente.
Nosotros también podemos encontrar ejemplos de esta verdad en la historia de Israel. Cuando los israelitas clamaron por un rey, Dios instruyó a Samuel que ungiera uno para ellos, aunque claramente no era su voluntad (1 Sam. 8). El Señor quería alimentar a Su pueblo solamente con maná en el desierto, sin embargo ellos se quejaban continuamente y deseaban carne. Así que Él los dio carne "hasta que les salió por las narices" y la vomitaron (Números 11: 4-34). Y hemos discutido ya el ejemplo de Ezequías, quien suplicó y recibió una extensión a la duración de su vida - para tristeza de todo Israel (2 Reyes 21:1-17).
¿Puede un profeta profetizar realmente el cumplimiento de un deseo humano que no esté de acuerdo con los mejor de Dios? Isaías aparentemente hizo eso a Ezequías, como Moisés con la carne para los israelitas. Y la unción de Samuel fue hecha bajo la orden de Dios en la autoridad del oficio profético. Dios hizo que Moisés profetizara codornices en abundancia, y a Samuel profetizar el reinado de Saúl, sin embargo posteriormente, en la medida que estas profecías fueron cumpliéndose, Él envió juicio, sobre aquellos que recibieron y actuaron sobre estas profecías.
Dios Puede Enviar un Engaño. Dos textos en las Escrituras son especialmente desconcertantes, uno del Antiguo Testamento y uno del Nuevo. Dios dijo a Ezequiel que dijera a los ancianos de Israel:
Háblales, por tanto, y diles: Así ha dicho Jehová el Señor: Cualquier hombre de la casa de Israel que hubiera puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro, y viniere al profeta, yo Jehová responderé al que viniere conforme a la multitud de sus ídolos, para tomar a la casa de Israel por el corazón, ya que se han apartado todos ellos de mi por sus ídolos.
Por tanto, di a la casa de Israel: así dice Jehová el Señor: Convertíos y volveos y vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones. Porque cualquier hombre de la casa de Israel, y de los extranjeros que moran en Israel, que se hubiere apartado de andar en pos de mi, y hubiere puesto sus ídolos en su corazón , y establecido delante de su rostro el tropiezo de su maldad, y viniere al profeta para preguntarle por mí, yo Jehová le responderé por mí mismo; y pondré mi rostro contra aquel hombre, y le pondré por señal y por escarmiento, y lo cortaré de en medio de mi pueblo, y sabréis que Yo soy Jehová. Y cuando el profeta fuere engañado y hablare palabra, Yo Jehová engañé al tal profeta; y extenderé mi mano contra él, y lo destruiré de en medio de mi pueblo Israel.
Ezequiel 14:4-9
Los ídolos en el corazón representan los deseos obstinados y egoístas que el pueblo persiste en buscar. El texto de las Escrituras parece indicar que aquellos que voluntariamente desobedecen a Dios aunque busquen ministerio profético pueden bien tomar una palabra "manteniéndose" sus idolatrías y deseos egoístas más bien que manteniendo la voluntad de Dios.
En el Nuevo Testamento, Pablo dice que aquellos que "rehúsan amar la verdad": "por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira" (2 Tes. 2:11). Aunque Satanás es el Padre de mentira, nosotros encontramos en este texto una indicación de que Dios puede a veces que el pueblo rebelde escuche una palabra que los aliente a creer la mentira que ya aman.
Esto parece también ser la implicación de la imagen profética que el profeta Miqueas describe al malvado Rey Acab. En esa ocasión, el rey había decidido que él quería atacar Ramot de Galaad y buscaba profetas que dieran alguna sanción divina a lo que él ya había propuesto en su corazón hacer. Miqueas vio en una visión celestial a Dios enviando un espíritu de mentira a su mente profetizando que él debería ir adelante y hacer el movimiento militar que deseaba (1 Reyes 22:19-23)
Prueba Profética. Algunas veces una profecía probará nuestro corazón para ver si nosotros cambiáramos para cumplir nuestros propios deseos egoístas. Nosotros subconscientemente concluimos, "Esto es lo que quiero que la profecía signifique, de modo que si es como yo la interpreto".
Por ejemplo, una vez conocí a un pastor que recibió una palabra profética que incluía una declaración acerca de tener un nuevo ministerio y una nueva familia". La persona que le profetizó asumió que la palabra significaba, que el ministerio del pastor y su familia experimentarían una época de renovación espiritual y en sus relaciones. Pero el pastor mismo, quien tenía un amorío con su líder femenina de adoración, fue a casa, se divorció de su esposa, y se casó con la otra mujer diciendo que Dios confirmó lo que ya estaba en su corazón.
Talvez la cosa importante para que los ministros proféticos recuerden en la luz de esta realidad es que debemos ser cuidadosos de no hablar más allá de los que sentimos en el Espíritu. Solamente porque tenemos una palabra de conocimiento, por ejemplo acerca del deseo de una pareja de casarse o de la esperanza de un pastor para tener un ministerio nuevo no hay razón para concluir que el deseo de ellos es también el deseo de Dios. Nosotros deberíamos solamente confirmar los deseos del corazón de una persona cuando escuchamos claramente de Dios que Él ha puesto esos deseos en el corazón de la persona.
10. ¿Qué Motivos Equivocados Deben los Profetas Ser más cuidadosos de Evitar en el Ministerio?
Yo pienso que Satanás tienta a menudo a los ministros proféticos a ser motivados por un deseo de controlar como por tener ganancia personal.
Los seres humanos son agentes con una moral libre, y mientras que Dios da dirección divina y confirmación a través del ministerio profético, los individuos aun son responsables de hacer sus propias decisiones sin que un espíritu de control o de manipulación los influencie. Los cristianos no deben acudir a los ministros proféticos para controlar cada detalle de su vida y su ministerio. De otra manera ellos llegarán a ser dependientes en otros seres humanos y en profecías más que depender de Dios.
Brujería y Manipulación. El Espíritu de dominación o control se manifestará algunas veces por personas quienes sienten el derecho y la responsabilidad de profetizar detalles intrincados de los otros acerca de con quien casarse, como gastar o invertir dinero, donde moverse y otras decisiones.
Esto normalmente ocurre cuando una persona se presenta a sí mismo o a sí misma como espiritualmente espiritual a otros, convenciendo a los "subordinados" de que ellos necesitan el consejo continuo, el consejo y las percepciones proféticas de ser "superior" para estar en la voluntad de Dios.
Tal dominio puede involucrar a un ministerio profético en dictar "órdenes" de Dios por medio de la profecía, pero también puede tomar otras formas que no involucran el ministerio profético. Por ejemplo, un pastor puede señorear sobre el rebaño, intentando hacer todas las decisiones menores aun entre amigos cristianos una relación de mentoreo en extremo puede llegarse a formar al punto de que una persona no hará nada sin consultar a la otra.
Los cristianos son vulnerables en esto porque la raza humana está dividida en líderes y seguidores. Aquellos que tienen el perfil de personalidad del líder son tentados a liderar y controlar a otros por cualquier medio que tengan. Mientras tanto los seguidores son tentados a que los líderes les quiten la responsabilidad de tomar decisiones.
Por supuesto este tipo de control no saludable no es verdadera profecía, ni o mentoreo. Es más bien brujería y bajo la guía de la autoridad espiritual y el ministerio.
Para evitar ser controlados por cristianos inescrupulosos quienes utilizan la profecía como un medio de manipulación, los creyentes necesitan recordar que la profecía solamente es un medio para determinar la voluntad de Dios en sus vidas. Dios también confirmará su dirección por las Escrituras, la paz del Espíritu, el consejo pastoral y las circunstancias providenciales. (Vea el cap. 9 del Profetas y Profecía Personal) para descubrir las muchas maneras bíblicas en que podemos personalmente conocer la palabra de Dios, la voluntad y el camino para nuestras vidas.
Desde la perspectiva del ministerio profético, es bueno recordar que todas las palabras proféticas deben ser dadas con un espíritu de humildad y libertad. Aun cuando nosotros debemos administrar corrección, nosotros debemos ser de bajo perfil y accesibles, ofreciendo ajustes sabios y sugerencias mas que enviando estruendosas condenaciones que pueden intimidar más que redimir.
Ministrando en una Iglesia Local. Cuando los ministros que viajan llegan a ministrar en una Iglesia local, ¿qué autoridad y alcance del ministerio tienen ellos en este contexto? Algunas personas hoy están enseñando equivocadamente que los profetas y los apóstoles tienen una autoridad que es superior a los otros ministerios, concluyendo así que cuando un profeta va a la Iglesia Local a él o a ella les deben, en un sentido permitir tomar cargo de la Iglesia. Yo escuché de al menos una Iglesia local donde un hombre vino, adujo ser profeta de Dios para la Iglesia, y procedió a controlar la vida de la congregación, dictándoles la estructura de gobierno de la Iglesia, quién debía ser contratado o despedido, y cambiando el equipo de alabanza. En efecto, el reemplazo al pastor presidente, quien conocía tan poco acerca del verdadero papel de un profeta, que accedió a este arreglo porque el profeta había "validado" su autoridad ministrando algunas palabras exactas acompañadas de sanidades.
Esta es una falsa visión de la autoridad del profeta, (o del apóstol) de permitir que alguna gente domine, dicte y controle congregaciones enteras. No hay duda que los ministerios proféticos y apostólico son ministerios fundacionales (Efesios 2:20), y Dios de este modo los ha ungido para ayudar en la estructura de fundación o reestructura de las Iglesias cuando los invitan a hacerlo. Pero tenga en mente que el apóstol Pablo, aun cuando escribía a la Iglesia de Corinto a la cual había apadrinado, inició su corrección apostólica con estas palabras: "No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que colaboremos para vuestro gozo" (2 Cor. 1:24).
Los profetas y apóstoles que son invitados a ministrar en una congregación local deben recordar que no son invitados a "señorear" sobre la Iglesia, cambiando o arreglando lo que quieren. Están allí para ayudar y servir, no para dominar o controlar.
Yo enseño a todos nuestros profetas y ministros proféticos a que se responsables de dar la Palabra del Señor al pastor y su congregación. Pero todas las palabras deben ser dadas bajo al cobertura y aprobación del pastor local. Si ellos sienten que las palabras proféticas conducen a una corrección o dirección radical, las palabras deben ser sometidas a la consideración del pastor antes de hablarles públicamente delante de la congregación.
Esto no compromete la responsabilidad de los profetas de hablar por Dios, ni los hace meramente complacedora de personas. Dios el es autor de la estructura y la autoridad delegada. Él nunca se disgusta porque un profeta ministre con y bajo autoridades establecidas.
Usar la autoridad divina y el ministerio de una manera que usurpe la autoridad divinamente establecida no es ético. La "M" de mensaje y ministerio puede estar en línea, pero si él o ella socavan la autoridad de la Iglesia, las "M´s" de método, modales y madurez están fuera de orden. Hay un protocolo divino ministrando la palabra del Señor al liderazgo en la Iglesia local o en un ministerio nacional.
Una "Medida de Gobierno". Nosotros tenemos también tener en mente los comentarios adicionales de Pablo a la Iglesia de Corinto: "Pero nosotros nos gloriaremos desmedidamente, sino conforme a la regla que Dios nos ha dado por medida, para llegar también hasta vosotros (2 Co. 10:13).
En otras palabras, Pablo estaba diciendo que él tenía una medida de gobierno, de mandato, en su ministerio apostólico, que esta Iglesia particular: En esta Iglesia él tenía la autoridad dada por Dios para ejercitar sus dones para poner las cosas en orden. Pro otro lado, había otras Iglesias en las cuales él no tenía esa autoridad.
Lo mismo es verdad en nuestro ministerio profético. Iremos a algunas Iglesias y encontraremos la puerta abierta para tener autoridad para ministrar. El liderazgo de la Iglesia recibirá bien nuestras ideas proféticas acerca de las necesidades y problemas de la iglesia porque ellos reconocen nuestros dones en esa área.
En otras Iglesias, sin embargo, nosotros somos invitados solamente para introducir ideas al pueblo al ministerio profético, ellos no quieren nuestras ideas acerca de la Iglesia, o ellos inclusive no quieren saber que tenemos ideas acerca de la Iglesia. En tal situación, sería impropio y poco sabio de parte nuestra decirle al pastor todas las cosas acerca de la Iglesia que nosotros sentimos que pueden ser cambiadas y necesitan ayuda. Aun así va a ser de beneficio para ellos, probablemente ellos no estarán disponibles para recibirla porque ellos no nos han preguntado a nosotros para ese propósito. Nosotros podríamos negar a ser dictatoriales y dominantes.
Ganancia Personal. El verdadero ministerio profético siempre glorificará a Dios en la vida de la persona que lo recibe. El Espíritu de la profecía es el testimonio de Jesús (Ap. 19:11) y el Espíritu Santo fue enviado a glorificar a Jesús (Juan 16:14).
Una manera de examinar el fruto es observar si sus profecías tienden a promoverse a sí mismo o a sus propios ministerios. Algunos han usado la unción profética para manipular a otros para que les envíen dinero. Esto no es solamente auto - promoción, está en el límite de la brujería y la charlatanería. El juicio de Dios sobre tal evidente mala representación de su Espíritu será severa. Los profetas deben ser entrenados por el Señor a través de las circunstancias de la vida para hablar su palabra sin pensamientos de miedo o favoritismo hacia los otros - pero sin embargo hacerlo con gracia divina y madurez.
Evite la Apariencia de las Palabras de auto - Servicio. El desarrollar ministerios profético haría bien en alejarse de dar palabras que parezcan de auto - servicio. Esto se aplica especialmente al área de dinero y donaciones. Yo estaba ministrando una vez con un profeta a una mujer que más bien era rica. Yo no la conocía, pero las otras personas la conocían muy bien.
Yo recibí que el Señor quería que esta mujer vendiera una parcela de tierra y que el Señor le revelaría a ella que hacer con las utilidades de la renta, ella respondió que Dios había estado tratando con ella acerca de una tierra que había recibido como herencia y que la palabra había sido confirmación para ella. Tristemente, cuando el otro profeta le impuso manos a ella y comenzó a profetizar, él incluyó en lo que dijo que Dios la dirigiría a dar una gran parte del dinero a cierto ministerio con el cual ella estaba relacionada - esto era, el de él mismo.
Otra área de problemas en el cual los ministros pueden manipular para obtener ganancia personal es en decisiones acerca de la membresía de la Iglesia. Aunque puede ser la voluntad de Dios par una persona dejar la Iglesia a la que actualmente acude y comenzar a asistir a otra, profetizar esto puede parecer a otros una manipulación - especialmente si la Iglesia hacia la cual se está dirigiendo a la persona a unirse es la del ministerio profético. Esto es particularmente el caso porque la razón por la cual Dios hace que la mayoría de gente cambie de Iglesia es para desarrollar su potencial no liberado como líder o como apoyo financiero importante.
El principio profético para profetizar dirección o corrección, dar o recibir financieramente, es abstenerse de profetizar en estas áreas a quien quiera de quien usted tenga conocimiento natural. Definitivamente no profetizar ninguna palabra que llevaría auto promoción o auto confirmación o que daría ventaja a sus propios intereses. Nos sé de ningún profeta o apóstol sobre la tierra que pueda moverse en este tipo de profecía sin caer en el auto engaño y en las profecías con motivación equivocada.
11. ¿Cuáles son Las Guías Adecuadas Para Ministrar Palabras Proféticas que Traten Con Romance y Matrimonios?
Debemos recordar que el pacto matrimonial en un compromiso de por vida entre dos personas que necesitan ser iniciadas con deseo mutuo y dedicación - y no bajo la insistencia o presión de la percepción profética de otra persona. Adicionalmente, debemos hacer ver que es demasiado fácil para aquellos que son cercanos a la persona involucrada, ser motivados por deseos y sentimientos naturales, los cuales pueden influenciar cualquier palabra que se dé.
Por estas razones, es simplemente sabio evitar profetizar un matrimonio particular "compañeros para otros".
Muchos cristianos creen que Dios les ha mostrado quien será su pareja. Esto puede ser verdad, pero si es así, el Espíritu Santo tendrá que revelarlo a la otra persona también antes de que pueda haber la unidad y el acuerdo necesario para un matrimonio sólidamente fundado. El decir a la otra parte "Dios me dijo que tú serías mi esposa" solamente lleva a presión y confusión, especialmente si la persona que escucha esta declaración es nueva en el Señor.
Si unirse es verdaderamente la voluntad de Dios, sucederá sin manipulación o esquemas humanos. El principio profético es que Dios siempre trabaja en ambas partes por separado, y generalmente en el mismo marco de tiempo, cuando Él es el único que está dirigiendo verdaderamente los deseos y las impresiones espirituales de aquellos involucrados.
"Deseones". Un hombre de nuestro equipo aconsejó a dos mujeres solteras quienes ambas decían que Dios les había dicho que ellas se casarían con el mismo bien conocido (y soltero) ministro. Una mujer insistía que las cartas de levantamiento de fondos que recibía de la oficina de su ministerio estaban escritas a ella personalmente. Ella también reclamaba que una vez en una reunión con miles presentes, el ministro particular la vio desde la plataforma con una "mirada especial" que confirmaba su conclusión.
La otra mujer creía firmemente que el ministro se comunicaba con ella dándole mensajes en código secreto y pláticas implícitas por medio de otros televangelistas a quienes ella regularmente veía. (Por supuesto que el miembro de nuestro equipo le dijo que la idea era absurda, pero ella se rehusó en creerle). Aun ella nunca había tenido mucho más que conocer al ministro, darle la mano y hablar con él. Obviamente estas mujeres estaban tan atrapadas en su deseo de casarse que ellas se habían engañado a sí mismas creyendo que Dios les había dicho estas cosas.
Me gusta llamar a estos conceptos "Deseones" o sea un deseo fabricado como Visión".
Ocasionalmente puede suceder lo que puede ser llamado un "matrimonio profético", en el cual Dios sobrenaturalmente habla tanto al hombre como a a la mujer acerca de casarse el uno con el otro. Pero esos casos son extremadamente extraños, y aun entonces Dios habla claramente a ambos partes involucradas.
Cada pastor carismático o pentecostal que conozco y que es soltero tiene varias mujeres jóvenes en su Iglesia quienes están convencidas que Dios les ha dicho a ellas que se casarán con él. Yo comencé a pastorear cuando tenía diecinueve años y era soltero. Aunque la congregación solamente tenía sesenta miembros, no menos de seis jovencitas en el grupo estaban convencidas a través de sus "deseones" que yo estaba destinado a ser su esposo. Pero la jovencita de la congregación con quien me terminé casando nunca trató de iniciar nuestro romance y matrimonio a través de "deseones" u otras directrices espirituales.
Un miembro de nuestra junta de gobernadores ha funcionado por años como pastor soltero sobre una congregación de miles de personas. El podía hablarle a usted por acerca del número de mujeres que le habían llegado con ideas raras y comportamientos extraños todo en el nombre de la "revelación profética" o "Dios me dijo/ Dios me mostró".
Por otro lado, dos miembros de nuestra junta de gobernadores tenían matrimonio soberanamente, sobrenaturalmente, divinamente y proféticamente dirigido. Conozco bien estas parejas, y yo puedo afirmar que ellas entraron al matrimonio simplemente porque Dios le habló a cada una de ellas independientemente y sin la influencia externa de otros que les profetizaran. Sin embargo, siguieron con los procedimientos adecuados de confirmación de sus padres, consejo pastoral, y confirmación de otras fuentes creíbles.
Usted puede decir que los matrimonios verdaderamente proféticos son planeados en el cielo y concretados en la tierra. Pero yo he descubierto que aun los matrimonios hechos en el cielo pueden pasar por el infierno en la tierra por un tiempo hasta que Dios les lleva el amor romántico, la verdad y la madurez en el matrimonio. Yo no alentaría a ninguno que busque un matrimonio profético. Pero si Dios lo dirige soberanamente y lo confirma de este modo, no tema entonces entrar en esta unión. (Vea también el capítulo 8 en el volumen 1 de esta serie).
12.¿Cuáles son las Guías Adecuadas Para Ministrar Profecías a los Enfermos o a los Moribundos en Relación a su Sanidad?
La voluntad de Dios es que todos se salven y nadie perezca (1 tim. 2:4). Sin embargo, de hecho muchos perecen cada día sin el conocimiento salvador de Cristo. No podemos forzar a las personas a que sean salvas, ni decir que ellas son salvas simplemente porque la fuerte convicción de que Dios quiere que ellos sean salvos.
De manera similar, la sanidad para toda dolencia y enfermedad fue comprada por los treinta y nueve heridas que Jesús recibió, y es la voluntad de Dios sanar a todos los que están enfermos (Is. 53:3; Mt. 8:16,17). Aun así no podemos asumir que cualquier persona particular será sanada, ni profetizar la sanidad de alguien simplemente por nuestra fuerte convicción de que Dios quiere que se sanen. Solo cuando nosotros recibimos una palabra profética específica de sanidad para una persona en particular debemos profetizar la sanidad para esa persona. Sanar puede ser una verdadera palabra de logos, pero puede no ser una palabra rema que pueda ser profetizada a esa persona en particular en esa ocasión particular.
Adicionalmente, el ministro profético debe tener no solamente una revelación de la enfermedad, sino también el poder de ministrar sanidad. Una cosas son la otra es limitado e inefectivo. (Para discusión adicional de este asunto, vea el capítulo 4 del primer volumen de esta serie, Profetas y Profecía Personal.
13. ¿Hay Un Curso Normal De Tiempo Para Que La Profecía Sea Cumplida?
La palabra del Señor a personas individuales - tomadas juntas como un todo a medida que es progresivamente manifestada a lo largo del tiempo a través de múltiples profecías personales - normalmente requiere para su completo cumplimiento el contexto de la vida entera de la persona y aun su herencia (descendientes). Es raro, para una profecía acerca del llamado de una persona y de su ministerio, que ésta sea completada en semanas, meses o aun años.
Ejemplos de David, José, Abraham y Saúl. Las ilustraciones Bíblicas de esta realidad son numerosas. Por ejemplo, David fue proféticamente identificado y ungido como el siguiente Rey de Israel mientras que el todavía era un joven cuidando ovejas (1 Sam. 16.1-13). Aún así él no ascendió al trono hasta la edad de treinta, y el último objetivo de su ministerio real no fue cumplido sino hasta muchas generaciones más tarde, cuando Jesús su descendiente, nació para tomar su trono para siempre. (Lucas 1:30-33).
José recibió sueños proféticos de su ministerio y de su posición cuando tenía diecisiete años (Gn. 37:1-9). Pero no sucedió así hasta que tuvo treinta años (Gn. 41:46).
La profecía de Abraham para tener una descendencia numerosa le fue dada cuando tenía setenta y cinco años (Gn. 21:5), pero Isaac nació veinticinco años más tarde (Gn. 21:5) y las multitudes de descendientes mucho después de so. La promesa de Dios de dar a Abraham la tierra de Canaán fue cumplida siglos más tarde a través de su herencia, el pueblo de Israel, bajo Josué.
Saúl, quien vino a ser el apóstol Pablo, recibió al tiempo de su conversión personal una profecía personal acerca de su ministerio de Ananías (Hch. 13:1,2). Pero él no fue lanzado hacia su ministerio apostólico hasta mas de una década más tarde (Gal. 1:15-18; Hch. 13:1-3).
Estos ejemplos muestran claramente que Dios puede tomarse toda una vida y aún más para lograr sus propósitos en y a través de nosotros. Así que nosotros no deberíamos sorprendernos si mucho de lo que ha sido profetizado sobre una persona aún no ha sido cumplida. Yo solamente he conocido a una persona quien me dijo que todas las profecías personales que ella había recibido le habían sucedido - y ella murió tres semanas después que ella hizo esta declaración. Solamente al final de su vida todas las promesas de Dios para ella le habían sido cumplidas.
14. ¿Revelarán Todas las Profecías Personales la Voluntad de Dios Para la Vida Entera de Una Persona?
Cualquier profecía personal muestra solamente una pieza del rompecabezas de la voluntad de Dios para la vida de una persona. Pablo dijo a los Corintios que nosotros "profetizamos en parte" (1 Co. 13:8) así que una profecía personal no debe ser aceptada como la "última palabra" del plan de Dios ni como una visión total de la vida y ministerio del individuo.
Abraham, por ejemplo, recibió once profecías personales de dios en el curo de sus 175 años de vida. Si los tomamos juntos, ellos revelaron progresivamente los propósitos que siempre están expandiéndose, de Dios para él y le proveyeron una creciente claridad a su llamado y propósito (para discusión adicional en este asunto, vea las páginas 145- 149 del primer volumen de esta serie, Profetas y Profecía Personal).
Esto también significa que si en una ocasión dad ala palabra profética que recibimos no toca un asunto particular, no podemos conducir que el asunto no es de importancia para Dios. Si por ejemplo, si nosotros estamos esperando una palabra acerca de provisión financiera y en cambio recibimos una palabra acerca de la prioridad de Dios en esa ocasión fue prepararnos para el niño más que consolarnos acerca de la provisión que Él ha planeado. Y si Dios no revela algún pecado original nosotros podemos concluir solamente que su misericordia se ha extendido sobre nosotros un poco mas - no que Él ha decidido no tomar en cuenta o excusar nuestra conducta (ver Ex. 4:24).
15. ¿Cuáles deberían ser los resultados del ministerio profético?
El ministerio profético puede tener muchos resultados beneficiosos para los cristianos. Sobre todo, la profecía edifica la iglesia dando resistencia, aliento y consuelo a los santos (1 Co. 14:3, 12,26).
Los profetas son piedras fundamento para edificar la Iglesia local, y su ministerio puede ayudar en la estructura del gobierno y la reestructuración de una congregación (Ef. 2:20). Ellos pueden presentar también revelación divina a la Iglesia local que le ayudará a cumplir su mandato sobre la tierra delante de Dios. Junto con los otros cinco ministerios, los profetas han sido dados a la Iglesia para equipar a los creyentes para sus propios ministerios y trabajos de servicio. (Ef. 4:11,12). En particular, los profetas pueden completar esta función de equipamiento conduciendo y actuando a los individuos a sus ministerios.
Evite la Rudeza y la Condenación. A la luz de la función redentora y edificante que Dios ha intentado para el ministerio profético, nosotros debemos evitar la rudeza, el juicio, las palabras críticas que solamente condenarán a aquellos que las reciben. Por ejemplo, yo recuerdo una ocasión cuando un profeta declaró públicamente a un hombre joven que él tenía una "mente sucia" y que él estaba "lleno de perversidad", cuando el hombre comenzó a llorar - probablemente de humillación - el profeta le dijo que se callara y se sentara.
Debido a que la actitud del profeta fue dominante y de juicio, la situación del joven fue empeorada más que redimida. El joven estaba tan herido, avergonzado y ofendido que dejó de ir a la Iglesia. Así que recuerde: es la amabilidad de Dios la que conduce a las personas al arrepentimiento.
16. ¿Cómo Deben Relacionarse Los Profetas y Ministros Proféticos con el Resto del Cuerpo de Cristo?
De acuerdo a las instrucciones del apóstol Pablo a la Corintios, Dios ha establecido a los profetas en la Iglesia para funcionar junto a y en medio de otros dones ministeriales (1 Co. 12:28). Los Profetas no deben ser solitarios o considerarse a sí mismos demasiado santos para asociarse con gente "normal". Ellos son los primeros de todos lo discípulos de Jesucristo, miembros productivos del Cuerpo de Cristo, y por tanto ministros dotados establecidos en la Iglesia.
Cuando miramos a la Iglesia del Nuevo Testamento Antioquía, encontramos que los profetas y maestros fueron los primeros en relacionarse con la congregación. Ellos fueron enviados fuera en viajes misioneros de la Iglesia local de acuerdo con la dirección que Dios les daba (Hch. 13:1). Después de cada viaje, ellos regresaban a la Iglesia local para reportar lo que había pasado y permanecer responsables.
Aun el apóstol Pablo - quien había sido comisionado por el mismo Señor y había evidenciado las señales del apostolado a través de señales, maravillas y el establecimiento de nuevas Iglesias - tuvo una revelación directa de Dios de que él tenía que ser responsable en asuntos doctrinales a los ancianos de Jerusalén. El supo que aun un hombre o una mujer de Dios pueden correr en vano si él o ella ministra sin tener relación, responsabilidad y el testimonio de otros líderes de la Iglesia. (Ver Gal. 2:1, 2,9).
Trampas Peligrosas. La exclusividad y el aislamiento son tentaciones y aun son trampas peligrosas que los profetas deben evitar. La historia de la Iglesia está llena de tristes ejemplos de profetas "llaneros solitarios" rebeldes sin cobertura de la Iglesia quienes se abrieron a sí mismos al desánimo y engaño. Por esa razón, tener verdadera responsabilidad bíblica es una necesidad para los ministros proféticos.
Adicionalmente, las palabras proféticas mismas deben ser grabadas fuera de las estructuras y es escenario que permite la responsabilidad - no deben ser aceptadas como válidas a menos que la persona que las da acceda a grabarlas y que sean por ministros proféticos maduros.
17. ¿Cuál es el Protocolo Adecuado Para Ministrar Profecía Personal en un Lugar Público?
Debemos ser cuidadosos cuando ministramos públicamente tener cuidado y ejercitar sabiduría cuando revelamos los detalles del a vida de una persona. Puede ser difícil ministrar en un escenario de estos cuando la profecía esta dirigiéndose a asuntos privados que pueden avergonzar a la persona que recibe la palabra o expone el pecado de alguien.
Usualmente, podemos escoger términos que permitan a la persona entender claramente que Dios está hablando sin revelar cosas específicas a los que están alrededor o sonar críticos y condenadores. Dios normalmente confiará tales palabras correctivas a ministros proféticos maduros quienes pueden entregar su mensaje con el espíritu de sanidad y restauración que Dios desea. Profetas que anhelan profetizar juicio y "apretar" a otros que no son candidatos para este tipo de ministerio.
No Chismes Espirituales. Una vez fui a ministrar a una Iglesia local y profeticé sobre un hombre particular. En la mitad de la profecía, me di cuenta que Dios estaba revelando que l hombre tenía un espíritu y un estilo de vida homosexual, aunque ni siquiera el pastor se daba cuenta de ello. Por supuesto que yo no dije esa revelación específica. En lugar de eso, reprendí un espíritu de inmundicia y el hombre cayó físicamente y fue liberado. Entonces yo continué profetizando como antes.
No debemos asumir que debemos compartir con todos todo lo que Dios nos dice los secretos de los corazones de otras personas para que oremos por eso o ayudarlos de alguna otra manera. Pero Él no continuará confiando tales confidencias a aquellos que repiten todo lo que escuchan.
Ministrando Confidencialmente. La profecía que debe ser entregada con detalles privados específicos debe ser ministrada confidencialmente. Esto es especialmente importante cuando ministramos a la Iglesia o a los líderes nacionales con autoridad. Ya que una palabra profética a un líder afectará a aquellos bajo su liderazgo, al líder debe permitírsele considerar la palabra en privado y orar acerca de su implementación antes de hacerla pública. Sin embargo, aun así estas palabras deben ser grabadas y el que la recite debe aun seguir los pasos adecuados para recibir y aplicar la profecía personal.
Esto significa que toda palabra dada a un líder debe darse privadamente, ya que nosotros vemos muchos ejemplos escriturales de profetas que profetizan públicamente a reyes y líderes. De hecho, el ministerio profético público es dado a menudo para afirmar líderes antes los ojos de la gente y consagrarlos para tener responsabilidades en el liderazgo. Aparte de las palabras correctivas, el tipo más común de palabra profética que debe ser dada a un líder en privado es acerca de un cambio en liderazgo.
Los ejemplos de Jehú y Saúl. Por ejemplo Elías instruyó en una ocasión a un joven profeta que fuera al general Jehú, lo ungiera como rey y le diera una profecía personal - no frente a los otros generales, sino privadamente en una recámara interior, entonces el general Jehú mismo salió y reveló, cuando los otros le preguntaron, la palabra que el profeta había dado acerca del nuevo cambio en el liderazgo (2 Reyes 9:1-13). Este incidente establece un ejemplo para nosotros; el profeta debe dar una palabra como esta al líder y dejarle a él o a ella determinar el tiempo y el lugar para implementar la palabra.
Cuando Samuel pronunció juicio sobre Saúl por haber fallado en obedecer a Dios, y haber profetizado un cambio eventual del liderazgo de Israel, el profeta dio la profecía personal en un escenario privado. Nosotros sabemos que la reunión fue privada porque después, Saúl pidió a Samuel que adorara públicamente con él para que fuera honrado delante de los ancianos (1 Samuel 15:13-31). Entonces Samuel fue a la casa de Isaí y le dio una profecía personal a David en privado, declarando que él sería el próximo rey.
Nosotros no tenemos indicación acerca de si la nación de Israel conoció alguna vez el contenido de estas profecías durante la vida de Saúl. Si hubiera sido así, ellos casi ciertamente hubieran conspirado y tomado acción para que las profecías se cumplieran. Algunos israelitas sin duda hubieran derrocado a Saúl, asesinándolo, destronándolo o manipulándolo a que dejara el poder a través de oración y profecía.
El que Samuel hablara esta palabra previno el que Saúl hubiese sido reemplazado inmediatamente por David. Esta fue una precaución importante ya que David era solamente un jovencito en ese momento y no estaba listo para asumir el trono. Los profetas sabios y maduros de ahora imitarán el ejemplo de Samuel, practicando discreción en la entrega de información tan sensitiva.
Tenga en mente que en esta situación la intención de Dios no era esconder el pecado de Saúl. De hecho e numerosas otras ocasiones la Biblia registra que el Señor exponía públicamente y juzgaba a los líderes a través de palabras proféticas. Pero el escenario de las palabras de juicio a Saúl evidentemente sirvieron para lograr el perfecto tiempo de dios para levantar al joven David para que gobernara en el lugar de Saúl.
Cambios en el Liderazgo de la Iglesia Local. Este énfasis debe de ser tenido en mente, por ejemplo, cuando un profeta esta ministrando en una iglesia local y ve que el pastor presidente es llamado a ser un apóstol con un ministerio translocal. Dios puede aun mostrar al profeta quién será el próximo pastor de entre los miembros del staff o del liderazgo. Probablemente lo más sabio sería en tal situación compartir esto en privado con el pastor presidente para su consideración en oración.- de otra manera un pronunciamiento profético público en el asunto podría ocasionar a la congregación que estuviera insegura o aún dividida acerca del estatus del liderazgo de la Iglesia. Una palabra en privado permite al pastor presidente decidir el si y el cuando compartir la profecía públicamente.
Sabiduría divina y discreción son necesarias para ministrar proféticamente en circunstancias como estas. Por esta razón, un profeta necesita ser entrenado en asuntos de liderazgo y protocolo.
18. ¿Deben Servir los Pronunciamientos Proféticos como la Única Base Para Determinar Doctrina y Prácticas?
El orden en la Iglesia, la doctrina y las prácticas en el Nuevo Testamento no fueron solamente establecidas para la profecía, las visiones, los suelos, o las experiencias personales de un individuo: "Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada" (2 P. 1:20).
El ejemplo más claro del proceso correcto para establecer doctrina y práctica se encuentra en el libro de Hechos, allí. Lucas nos habla acerca de la visión de Pedro y la experiencia concerniente a la dieta Mosaica y las leyes de la circuncisión y como estos asuntos fueron juzgados por el Concilio de Jerusalén. (Ver Hechos 10; 11 y 15).
Pedro tuvo revelación privada a través de una visión de que las leyes de la dieta, y la separación entre judíos y gentiles que ellos representaban, no serían seguidas más. Esta revelación fue confirmada luego por una experiencia personal: el fue llevado sobrenaturalmente a un lugar donde los gentiles se reunían, les predicó el evangelio y les testificó cómo el Espíritu Santo los salvó lleno delante de sus ojos aunque ninguno de ellos había sido primero convertidos dos circuncisos al judaísmo.
Un Concilio de la Iglesia. Cuando otros creyentes desafiaron la noción de que los gentiles podían entrar a la iglesia sin primero atravesar la circuncisión y la conversión al judaísmo, el asunto fue llevado delante de un concilio de apóstoles y ancianos en Jerusalén, la Iglesia Madre. Allí Pedro dio su testimonio de lo que había pasado: una visión, una visitación angelical y un soberano movimiento de Dios en los gentiles. Pablo y Bernabé añadieron su testimonio de cómo ellos habían visto al Espíritu Santo conocer soberanamente a los gentiles todos los beneficios de Cristo sin necesidad de la ley Mosaica.
El asunto fue debatido y examinado cuidadosamente a la luz de las Escrituras (del Antiguo Testamento). Después del debate que "con esto concuerdan las palabras de los profetas" (Hechos 15:15)- o sea que esta nueva doctrina y práctica estaba de acuerdo con las Escrituras. Entonces una declaración escrita de su conclusión fue publicada en las Iglesias.
No hay Aceptación Automática de Revelaciones Privadas. A pesar del elevado status de Pedro en la primitiva Iglesia como uno de los doce más cercanos a Jesús, la Iglesia no aceptó automáticamente su revelación privada y se experiencia personal como un nuevo estándar para doctrina y práctica.
Estas experiencias sobrenaturales sirvieron para abrir los ojos al concilio y como evidencia de confirmación. Pero los asuntos tuvieron aun que ser sometidos al liderazgo más sabio de la Iglesia para discutirse a la luz de las Escrituras. Solamente cuando este concilio especial determinó que la nueva enseñanza era compatible con la revelación escrita de Dios fue incorporada al cuerpo de doctrinas establecidas para la Iglesia del Nuevo Testamento.
Ahora nosotros debemos seguir el ejemplo del Nuevo Testamento. Nuestra doctrina y nuestra práctica no deben ser establecidas por revelaciones privadas o por experiencias tampoco. Hacer eso sería invitar al error, a que el ocultismo y las ideas excéntricas afloraran. Así es como grupos como los mormones y la ciencia cristiana comenzaron.
19.¿Cuáles son los Diferentes Niveles de Dones y Unciones en la Esfera Profética y son Todos los que Profetizan Considerados Profetas?
Cuando Pablo preguntó retóricamente a los Corintios, "¿son todos profetas?" (1 Co. 12:28), la respuesta claramente fue "NO". Aún así él también insistió en la misma carta que todos deberíamos procurar profetizar (14:39) y que todos nosotros podemos profetizar uno a uno (14:31).
Todos los creyentes pueden fluir en el espíritu de profecía el cual viene sobre una congregación o en el don de profecía, el cual se da a ciertos creyentes. Pero claramente si todos pueden profetizar pero no todos son profetas, entonces no todos los que profetizan son profetas. Aún Saúl, quien fue atormentado por un espíritu malo y quien ciertamente no fue un profeta, sin embargo profetizó cuando estaba alrededor de los profetas (1 Sam. 19:24).
Los Profetas no Solamente Profetizan. Los profetas no son solamente individuos que profetizan; ellos son uno del quíntuple de Cristo quienes sostienen autoridad de gobierno en la Iglesia. De hecho, profetizar puede ser solamente una pequeña porción de ministerio de algunos profetas. Ellos también pueden ser dotados para enseñar, pastorear y administrar.
Isaías fue un consultor de reyes y gobernantes. José administró un programa internacional de distribución de alimentos. David gobernó sobre todo Israel condujo ejércitos y tuvo un ministerio musical ungido. Así que el ministerio del profeta obviamente no puede estar limitado a solamente profetizar.
Niveles de Autoridad. Aun entre los profetas hay diferencias en niveles de autoridad. Aquellos que tienen años de ministerio maduro y probado y quienes han pasado a través del proceso de Dios de pruebas y madurez tendrán pronunciamientos proféticos de más autoridad que "los hijos de los profetas" que son nuevos en el ministerio.
Elías, por ejemplo, se movió en gran autoridad gritando al cielo y pidiendo que bajara fuego: pero al mismo tiempo ministró, había al memos cien profetas más a quien Abdías (gobernador de Acab) había escondido en cuevas para protegerlos de la ira de Jezabel (1 Reyes 18:4). Samuel fue un líder profético clave en la historia de Israel cuyas palabras nunca cayeron a tierra (1 Sam. 3:19) y daba su estatura y madurez él fue el supervisor de una compañía de profetas entera (19:20).
Ahora también Dios está levantando ancianos en el ministerio profético quienes pueden ser padres y madres para dar a luz y entrenar a muchos en este movimiento de restauración del Espíritu Santo. Estos serán hombres y mujeres maduros en el ministerio quienes pueden ayudarnos a evitar los excesos y desbalances del ministerio profético inmaduro. Ellos enfatizan el carácter así como los dones, y buscarán el rostro de Dios así como el favor de su mano.

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Profecía personal (Parte 1)


El carácter personal de un ministro profético - o de cualquier ministro, para el caso - es el fundamento de su ministerio. En los años recientes todos nosotros hemos visto muy claramente que aún aquellos cristianos cuyos ministerios pueden tener todas las auto-llamadas señales del "éxito", tales como prosperidad financiera, fama internacional y popularidad, y que aún tienen señales sobrenaturales acompañándoles, están condenados a tener un humillante colapso si fallan en construir sus trabajos sobre una base sólida de pureza personal y madurez.
El énfasis de los dos primeros volúmenes nos dan un fundamento crítico para ministrar proféticamente. Así que esta parte del presente volumen ofrece una sinopsis de los puntos principales de los libros anteriores. Sin embargo, si usted desea practicar el ministerio profético, le recomiendo fuertemente que lea también los volúmenes 1 y 2. Ellos le darán un tratamiento más completo de estos tópicos y firme apoyo histórico y bíblico de lo que usted encuentra aquí. Cientos de escrituras son utilizadas para validar los puntos presentados en los libros, pero nosotros solamente veremos unos cuantos de esos textos en estos breves resúmenes. Las siguientes 10 o más páginas cubrirán unas cuantas de las verdades claras encontradas dentro de las 218 páginas de Profetas y Profecía Personal.
Dios Quiere Comunicarse. En nuestros días, a través de la Biblia y el Espíritu Santo, Dios desea caminar y conversar con nosotros en una relación individual, personal e íntima. Sin embargo no todos los cristianos entienden como reconocer la voz del Señor. Aún cuando ellos logran reconocerla, muchos no saben cómo responder a ella para que sea efectiva.
De esta y de muchas otras maneras, no hay ningún individuo que sea autosuficiente en su relación con Dios; todos nosotros necesitamos al resto del Cuerpo de Cristo. Así que Dios a establecido dentro del Cuerpo el ministerio de Profeta como una voz especial, Él ha establecido el don de profecía en medio de la congregación; y asimismo Él ha enviado el Espíritu de Profecía para dar testimonio de Jesús a través del mundo (ver Ap. 19:10; 1 Cor. 12:28).
La venida del Espíritu Santo en Pentecostés y el escribir la Biblia no elimina la necesidad de la voz profética del Señor; de hecho, esto significa esta necesidad. Pedro insistió en que Joel hablaba de la era de la Iglesia cuando proclamó: "Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. (Hch. 2: 17). Pablo enfatizó esta verdad cuando dijo a la Iglesia de Corinto "Procurad profetizar" (1 Cor. 14:39; Ef. 4:11).
Dios aun desea que la revelación de su voluntad sea vocalizada. De tal manera que Él ha establecido el ministerio profético como una voz de revelación e iluminación que revelará la mente de Cristo a la raza humana. Él también utiliza este ministerio para dar instrucciones específicas a los individuos concerniente a Su voluntad para sus vidas.
El ministerio de profeta no consiste, por supuesto, en añadir o en sustraer a la Biblia. Cualesquiera adiciones aceptadas como infalibles serían una falsificación, falsos documentos conteniendo ilusiones que llevan a la condenación.
En lugar de eso. El profeta lleva iluminación y datos específicos adicionales acerca de los que ya ha sido escrito. Y el don de profecía del Espíritu Santo a través de los santos está para llevar edificación, exhortación y consolación a la Iglesia. (1 Cor. 14:3).
El orden ideal y divino para comunicarse dentro del corazón cristiano es obviamente el Espíritu Santo susurrando los pensamientos de Cristo. Pero lo que un individuo ha sentido en su espíritu debe ser confirmado: El consejo de Dios es que cada palabra necesita ser testimoniada confirmada por boca de dos o tres testigos (2 Co. 13:1). Este crítico papel puede ser llevado a cabo por la voz profética.
Por supuesto, la profecía personal nunca puede ser un sustituto a la responsabilidad individual y al privilegio de escuchar la voz de Dios por uno mismo. Dios es un Dios celoso que no se complace cuando permitimos que algo obstaculice una íntima relación y una comunicación personal con el cielo, aún si el obstáculo viene de un ministro que Él mismo ha ordenado. La profecía personal, no debe tomar el lugar de nuestro deber de ayunar, orar y buscar a Dios hasta que escuchemos del cielo por nosotros mismos.
Al mismo tiempo, mucha gente no puede escuchar, o no se tomaré el tiempo para escuchar, lo que Dios quiere decirles, Dios está usualmente siempre irrumpirá en nuestras ocupadas agendas, tratando de gritar en cima del ruido de la televisión o de la plática social (aunque ocasionalmente el puede tomarnos mientras dormimos). Cuando es este caso el Señor a menudo utiliza la voz del profeta para hablar a los individuos, las congregaciones y las naciones. Pero su más grande deseo es siempre que sus hijos tomen tiempo de calidad para esperar en Él hasta que nuestra mente, emociones y voluntad estén suficientemente claras para que Él comunique Su mente y corazón claramente a nosotros.
Los Propósitos de Dios para Los Profetas. Los profetas son especiales en el corazón de Dios. Ellos participan en todo plan y actuación de Dios sobre el planeta tierra. Están para preparar el camino a la segunda venida de Cristo llevando el conocimiento de la revelación de las escrituras que deben cumplirse antes que Cristo regrese. Así que la restauración del ministerio de profeta y la compañía de profetas es el más grande signo de la cercanía de la venida de Cristo.
Los profetas no solo preparan el camino del Señor, ellos están también para "preparar al Señor un pueblo bien dispuesto" (Lucas 1:17). La esposa de Cristo debe estar lista para su esposo, y los profetas ayudan a que la Novia crezca en pureza y madurez. Ella no puede ser completamente perfeccionada sin la completa restauración de los apóstoles y profetas (Ef. 11,12), los cuales, junto con los evangelistas, pastores y maestros, les ha sido dada una especial habilidad de parte de Cristo para perfeccionar, equipar y madurar a los santos.
Los profetas ayudan a que estos ministerios lleguen a ser al menos dos maneras. Primero, a través de sus profecías estos revelan a los creyentes cual es su papel a jugar en la Iglesia y ayudarles a interrelacionarse con otros creyentes, segundo, sus palabras tienen la habilidad dotada por Cristo de impartir, dar luz, y activar en los creyentes en el ministerio que Dios ha revelado para ellos.
La Naturaleza de la Profecía. La profecía es simplemente Dios comunicando sus pensamientos e intenciones a la humanidad. En este sentido podemos llamar correctamente profecía a la Biblia entera. Esta Palabra profética (La Escritura) es completa, perfecta y totalmente suficiente para traer toda la revelación de Dios que nosotros podemos comprender y apropiarnos. Así que cualquier palabra profética verdadera dada hoy, debe estar en total acuerdo tanto en el espíritu como en el contenido de la Biblia.
Dos palabras del Nuevo Testamento en griego se trasladan por nuestro término español "Palabra": Logros y Rhema. Logos se refiere a las Escrituras (2 Tim. 2:15). Esta palabra logos es creativa, auto realizable, poderosa, verdadera, sin error, infalible, completa y dadora de vida. Es el estándar consistente y absoluto, por medio del cual todas las otras expresiones, conceptos, revelaciones, doctrinas, predicaciones y profecías son medidas.
Por toro lado, el rhema puede llamársele "una palabra que viene de la Palabra". Es aquella palabra dada en su tiempo, inspirada por el Espíritu Santo proveniente de Logos que da vida, poder y fe caminar en ella y cumplirla: "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios" (Rom. 10:17). El Rhema debe ser recibido con fe por el oyente para que este cumpla su misión.
Cuando usamos el término "Logos", entendemos las Escrituras como un todo; cuando decimos "rhema", entendemos una palabra específica del Señor que el Logos aplica a nosotros individualmente.
Aunque el logos nunca cambia ni falla, la Biblia está llena de rhemas a individuos que nunca se realizan. Realmente, sin embargo en estos casos no fue el rhema del Señor el que falló, sino más bien la gente quien escuchó la que falló en entenderlo, creer, obedecer, responder, esperar en, o actuar sobre él de acuerdo a la voluntad y al estilo de Dios. Este es el significado de 1° Co. 13:8, "Pero las profecías se acabarán".
Una Profecía Personal. Es la revelación por parte de dios de Sus pensamientos e intenciones ya sea a una persona en particular, a una familia o un grupo de gente. Es información específica que viene de la mente de Dios para una situación específica, es una Palabra inspirada dirigida a una cierta audiencia. En un amplio sentido, entonces, una profecía personal es un rhema. Pero nosotros usaremos normalmente el término "Profecía personal" en un sentido más estricto a modo de poder distinguir entre las palabras de Dios comunicadas directa o indirectamente. A las comunicaciones divinas que vienen directamente de Dios a nosotros les llamaremos "rhemas", mientras que aquellas que vienen a nosotros por medio de otro ser humano les llamaremos "profecías personales".
Cinco Maneras por Medio de las Cuales Recibimos el Ministerio Profético: adicionalmente a las escrituras, la palabra profética de Dios usualmente viene a nosotros en una de cinco maneras:
El Oficio de Profeta: el ministerio de profeta no es un don de Espíritu Santo, sino el don de una extensión de Cristo mismo como el profeta.
El quíntuple ministerio de la Iglesia (apóstol, profeta, evangelista, pastor, maestro) no es una donación externa como un regalo de cumpleaños. Mas bien es una investidura del manto de Cristo para tener los ministerios de Jesús es una concesión de la propia naturaleza, sabiduría y poder de Cristo para cada tipo particular de función - ya sea apóstol, profeta, pastor, maestro o evangelista.
Todos los cinco ministerios cuando se mueren en plena madurez, representan el ministerio total de Cristo a la Iglesia. Estos ministerios no son solo una extensión del ministerio del cuerpo, sino una extensión de la dirección de Dios a Su Cuerpo, la Iglesia.
El oficio de profeta está diseñado y entregado para funcionar en una esfera más alta del ministerio que el don de profecía del Espíritu Santo. Este don de profecía opera dentro de los santos o dentro de un ministerio para la edificación, exhortación o consolación de la Iglesia (1 Co. 2:10; 14:3,4). Pero el oficio de profeta está autorizado y ungido para fluir en las áreas de consejo, instrucción, reprensión, juicio y revelación - cualquiera de estas maneras Cristo escoja hablar para purificar y perfeccionar Su iglesia.
Los profetas están ungidos especialmente para percibir lo próximo a suceder en la agenda de Dios para la restauración. Entonces ellos elevan sus voces como alerta, iluminar y exhortar a la Iglesia para conquistar la parte de la verdad que debe ser restaurada en este tiempo. De este modo los profetas son entonces los ojos de Cuerpo de Cristo, los trompetistas en el ejercicio del Señor que un claro sonido para revelar los deseos del Comandante en Jefe.

Predicación Profética. La predicación profética no es lo mismo que buscar simplemente la mente del Señor acerca de cuál sermón predicar el domingo por la mañana, o ser ungido para predicar un mensaje de la Biblia especialmente preparado. Es una esfera de acción totalmente diferente. La predicación profética de las verdades bíblicas es la directa voz de Dios con la pura mente de Cristo, de tal manera que las palabras precisas del predicador y sus ilustraciones son exactamente lo que Dios quiere decir al pueblo que está presente en ese lugar y en ese momento. Aunque el ministro no anticipe previamente a sus declaraciones un "Así dice el Señor", las palabras son tan inspiradas e ungidas como si un profeta fuera a hablar usando esta frase. La predicación profética es la "Palabra de Dios" (1 P. 4:11).

El presbiterio profético. Una tercera manera de recibir el ministerio profético es la imposición de manos junto a la profecía por medio de hombres y mujeres de Dios quienes reúnan los requisitos de un presbítero (1 Tim. 4:14; Heb 6:1-2; Hch. 13:1-3). El presbiterio sirve en varias funciones en este respecto a cada uno de ellos se le exige un diferente conjunto de requisitos tanto a los presbíteros como a los candidatos. Esta práctica bíblica ministra revelación profética y confirmación a aquellos llamados al liderazgo del ministerio de la Iglesia; ordenación al quíntuple ministerio; confirmación y activación de ministros miembros en el Cuerpo de Cristo; y progreso en la madurez cristiana.

El Don de Profecía: la profecía es una de las nueva manifestaciones del Espíritu Santo (descritas en 1Cor. 12) y dadas, no sobre la base de la madurez cristiana, sino porque Cristo quiere bendecir a su Iglesia a través de ellos. Por lo tanto estos dones son recibidos y administrados por gracia y fe. (Ro. 12:6).
La profecía es importante en la vida de la iglesia porque es el don de mayor edificación para una congregación. Los otros ocho son dones que actúan como un "rifle", los cuales normalmente bendicen a una persona específica o talvez a unos cuantos; la profecía es un don similar a una "escopeta" la cual puede bendecir a cientos de personas al mismo tiempo. Esta es una razón del por qué el apóstol Pablo dijo a los Corintios que procurarán profetizar (1 Cor. 14:1,39).

El Espíritu de Profecía y el Canto Profético. El espíritu de profecía es el testimonio de Jesús (Ap. 19:10). Este no es un don o un oficio, sino una unción proveniente de Cristo dentro del creyente. Sucede en ocasiones de unción especial durante un servicio, o cuando los cristianos ejercitan su fe para ser una luz a través de la cual Cristo puede testificar. Los cánticos espirituales (Col. 13:16) son el espíritu de profecía expresando los pensamientos y deseos de Cristo en canción.
Colocando la Profecía Personal en Perspectiva. ¿Es escritural para un cristiano individual ir a un profeta y esperar recibir una palabra profética específica de dirección, instrucción o confirmación? La respuesta es sí. La Biblia provee numerosos ejemplos de gente, especialmente aquellos en posiciones de liderazgo yendo al profeta y preguntando por un "así dice el Señor" acerca de una situación en particular. (Por ejemplo, el capítulo 7 del volumen 1 de esta serie).
Dios aprueba esta práctica en la medida en que no permitamos que la profecía personal venga a ser un sustituto de nuestra propia búsqueda de Dios a través de la oración, el ayuno y la búsqueda de las Escrituras. El profeta y la profecía personal no deben tomar el lugar de la voz interior del Espíritu Santo. Al mismo tiempo ya he descubierto que Dios no responderá preguntas proféticamente las cuales pueden resolverse buscando diligentemente la Escritura, ni Cristo dentro del profeta responderá positivamente cuando se hacen requerimientos no sinceros o se preguntan cosas tontas.
Usted no debe ir a un profeta hasta que estés seguro que el Señor tiene el primer lugar en su vida. Debe buscarlo primeramente por usted mismo. Entonces usted estará espiritualmente preparado para responder adecuadamente y más probablemente para escuchar una confirmación de lo que ya ha nacido en su espíritu.
Descubriendo la Palabra, la Voluntad y El Camino de Dios. Aunque la profecía personal puede jugar un importante papel ayudando a los cristianos a tomar decisiones, no es la única manera que usa el Espíritu Santo para revelar la voluntad y el camino de Dios. Probablemente el noventa por ciento de mis decisiones, mayores y menores, han sido hechos sin que la profecía personal sea el factor dominante o motivador. Pero si me he esforzado en hacer el cien por ciento de todas mis decisiones basadas en la Palabra, la voluntad y el camino de Dios.
El método más exacto para asegurarse que usted haga todo en armonía con el cielo es seguir estas "tres letras" para tomar decisiones.
Determine la Palabra de Dios sobre un asunto, su voluntad específica acerca de ella, y Su camino para cumplirla. Estas son como las tres luces de un semáforo que deben estar todas en "verde" antes que procedamos a seguir nuestro camino.
La Palabra de Dios. Para poder determinar si la Palabra da o no "luz verde", exponga cada pensamiento, impresión y sugestión, que llegue a usted de cualquier fuente - no importando cuan espiritual o religiosa pueda poner - a la Biblia entera. Para evitar el engaño, mantenga el amor por la verdad tal como es, no como egoístamente usted quiere que sea interpretada (ver Zac. 8:19).
Los pensamientos y deseos no deben convertirse en peticiones de oración hasta que reciban "luz verde" desde la Palabra. Si su pensamiento o su deseo es no escritural, impropio, ilegal o inmoral de acuerdo a los principios divinos, entonces está perdiendo el tiempo pidiendo a Dios que lo deje hacerlo.
La Voluntad de Dios. Así como Dios tiene una voluntad general para toda la humanidad, Él tiene una voluntad específica para los individuos. La Biblia da el criterio general para hacer muchas decisiones en los negocios, viajes, misterio, y uso de nuestras finanzas, pero no da muchos datos específicos.
¿Así que de que manera llegamos a conocer la voluntad de específica de Dios para nuestras vidas? Las Escrituras dan ejemplos de las muchas maneras en las cuales el puede guiarnos específicamente: deseos divinamente dirigidos, un rhema o una iluminación de un texto escritural particular; el profeta y la profecía personal; los dones del Espíritu Santo; el fruto del Espíritu Santo, el testimonio, habilitación restricción del el Espíritu Santo; consejo sabio; y confirmación de otros "testigos".
El Camino de Dios. El camino de Dios incluye su tiempo, sus métodos y los medios necesarios para hacerlo; el ¿quién, qué, cuándo, dónde y cómo (pero no necesariamente el por qué?); el consejo continuado y el control de las circunstancias por Dios; y la paciencia para seguir adelante hasta que Su plan ha sido logrado.
A menudo la Palabra de Dios y su voluntad son más fáciles de determinar que su camino. La Palabra puede determinarse examinando un libro, la voluntad por medio de principios personales internos y confirmación de otros. Pero el camino es un proceso de tiempo que debe ser caminado día tras día, porque todos los detalles de él son raras veces revelados con anticipación.
Terminología profética. Entre más conocemos a Dios y más íntimamente nos relacionamos con Él, más somos capaces de entender sus palabras y responder así de una manera apropiada. Entender las Palabras de Dios para nosotros no es tan fácil como al principio parece. Las Escrituras nos dicen que él piensa y se expresa a sí mismo de acuerdo a una perspectiva que es mucho más diferente de la nuestra. Así que debemos entender la terminología de Dios.
Nosotros creemos que el Espíritu Santo inspiró y dirigió la escritura de la Biblia desde la mente de Dios. Así que no nos extrañemos que la Biblia revele a nosotros algo del pensamiento de dios. Nos muestra como Él habla y los términos humanos que Él usa para expresarse. En particular, podemos ver los libros de los profetas para encontrar la terminología de Dios, donde hay muchas citas precedidas de un "Así dice El Señor".
Profecías Aparentemente Inexactas. Cuando tratamos con profecías inexactas, es extremadamente importante justificar la inexactitud de una palabra profética antes de emitir un juicio de que esta es equivocada. Muchas profecías parecen ser inexactas cuando son dadas, pero prueban ser verdaderas desde la perspectiva que se obtiene cuando transcurran suficiente tiempo y experiencias.
Varios ejemplos bíblicos ilustran esta realidad.
Posiblemente el caso mas claro de este tipo de profecía en el Nuevo Testamento es la profecía de Jesús con respecto a Lázaro (Juan 11:4), quien murió de una enfermedad. (Recuerde - la definición de profecía es "Dios hablando" así que esta definición también califica aquí). Jesús dijo a sus discípulos: "esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de dios sea glorificado por ella". La Nueva Versión Internacional lo traduce más correctamente: "esta enfermedad no terminará en muerte". (v. 14).
Imagine lo que los discípulos pensaron cuando ellos descubrieron que Lázaro estaba muerto. Ellos podrían haber fácilmente acusado a Jesús de haber dado una profecía inexacta, insistiendo: "Tú dijiste que la enfermedad no terminaría en muerte, pero Lázaro de hecho ha muerto". Solamente algunos días más tarde, cuando fueron testigos de la resurrección de Lázaro, estaban ellos en la posición de juzgar si el pronunciamiento profético de Jesús había sido exacto verdaderamente.
Algunas Veces Nosotros Debemos Esperar Para Entender. Esta ilustración debe enseñarnos que no siempre entendemos inmediatamente el verdadero significado de un término en particular dentro de un pronunciamiento profético dado. Aunque podemos aprender a interpretar la terminología profética común (para leer más sobre este tópico vea el capítulo 11 del primer volumen de esta serie, Profetas y Profecía Personal) Dios puede usar una palabra o frase con otra intención de la que podríamos normalmente esperar. Así que a menudo tenemos que esperar y dejar que el tiempo y la experiencia aprueben o desaprueben una palabra.
En este caso, por ejemplo, la afirmación de Jesús de que la enfermedad no "terminaría en muerte" no significaba del todo que Lázaro no moriría.
Los discípulos solamente asumieron que ese era significado porque hasta ese momento su experiencia no había normalmente incluido la resurrección de un hombre. Una vez que ellos tuvieron suficiente experiencia, ellos pudieron juzgar la exactitud de la palabra.
Yo he podido escuchar profecías similares acerca de las finanzas, matrimonios, embarazos y sanidades que superficialmente sonaban decir que todo funcionaría bien. Sin embargo a medida que se desarrolló, la bancarrota, el divorcio, aborto o un empeoramiento de los síntomas físicos tuvieron lugar antes de que todo finalmente sucediera bien.
La Palabra de Isaías a Ezequías: Un segundo ejemplo bíblico de este tipo viene del Antiguo Testamento. Cuando el rey Ezequías de Judá cayó seriamente enfermo, palabra del Señor vino al profeta Isaías de que él debería decirle al rey: "morirás y no vivirás" (Is. 38:1). Pero después de que Ezequías rogó a dios para que extendiera su vida, el Señor envió a Isaías a él a decirle, "He aquí que yo te añado a tus días quince años". (v. 5). Esta segunda palabra fue enfática, acompañada por la milagrosa señal de que el sol volvió diez grados atrás en su trayectoria.
Ahora imagínese a sí mismo en el lugar de aquellos que pueden haber escuchado la primera profecía pero que no estuvieron alrededor para escuchar la segunda. Cuando Ezequías hacia sobrevivir otros quince años, usted probablemente hubiera juzgado la primera profecía al rey como inexacta. Solamente si usted tuviera la experiencia adicional de estar presente para la segunda palabra profética hubiera usted estado en una posición para juzgar la primera palabra justamente.
Una profecía dada en circunstancias como esta, si se da en un lugar público o se comparte extensamente "a través del viñedo" puede ocasionar a muchos tropezar si ellos asumen que poseen todo el conocimiento que se requiere para hacer un juicio justo sobre su exactitud. Muchas veces la corrección de una palabra profética puede solamente ser determinada por aquellos que conocen bien la situación y lo que sucedió en los días que siguieron.
La Palabra Condicional de Juicio de Jonás: Una experiencia similar nos llega del pronunciamiento del juicio de Jonás sobre la ciudad de Nínive. La Palabra era verdaderamente de Dios, y no contenía condiciones. No dijo "Si te arrepientes, no serás destruida". Pero cuando Nínive se arrepintió y buscó la misericordia de Dios, Dios detuvo el juicio de la ciudad, ocasionando que Jonás se preocupara de su reputación. Y no nos maravillemos de que se preocupó - para muchos observadores, debió parecer que Jonás había profetizado de manera inexacta.
La verdad del asunto, sin embargo, fue que la profecía fue realmente verdadera que sin embargo no llegó a suceder debido a las condiciones no expresadas que se levantaron de parte de la misericordia de Dios. Solamente aquellos que conocieron la historia completa podrían juzgar la Palabra correctamente.
Nosotros debemos ser cuidadosos ahora de no juzgar una Palabra como no venida de dios simplemente porque una predicación incondicional nunca se dio. La respuesta humana a una palabra puede confirmarla o cancelarla aun cuando no se dan condiciones explícitas.
Un Ejemplo Reciente. Uno de los miembros de nuestro equipo profetizó una vez a una mujer acerca de unos ahorros de dinero que tenía, diciéndole que dios le daría a ella sabiduría sobre como invertirlos. El pastor de la mujer pensó que la Palabra estaba equivocada. Ellas conocía bien sus circunstancias financieras, y ella vivía del pago que recibía.
Sin embargo, cuando ella le consultó acerca del asunto después que la profecía fue dada, él descubrió que no conocía todos los hechos necesarios para hacer el juicio. En realidad, ella había recibido una cantidad inesperada que fue muy sustancial. La palabra se aplicó a su situación perfectamente.
Muchas profecías son dadas en situaciones similares. Así que nosotros no debemos ser demasiado rápidos al juzgar una palabra como inexacta por la información que poseemos. El tiempo y la experiencia pueden probar que nosotros estamos equivocados y que la profecía es correcta.
Profecías Aparentemente Inexactas. Aún en el Antiguo Testamento, con sus estrictos estándares para la exactitud profética, encontramos que un profeta de estatura nacional dio una vez dirección equivocada a un rey - pero sin ser acusado de falso profeta o apedreado por su error.
Esta situación se dio cuando el rey David le leyó al profeta de su corte, Natán, que él quería construir un templo para el arca del pacto (1 Crónicas 17:1-4).
Natán replicó: "Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo". Sin embargo esa misma noche, la palabra de Dios vino al profeta, corrigiéndolo y mandándolo a ir a decir a David "Así dice el Señor, Tú no me edificarás casa en que habite".
Una palabra presuntuosa. Cierto es que, la primera palabra que Natán dio al rey no fue precedida por la frase "así dijo el Señor". Aún así, el profeta sin embargo atribuyó la directriz a Dios, y el texto bíblico parece enfatizar que el rey estaba hablando a Natán el profeta.
Cuando Natán le habló a David, el habló autoritativamente desde su posición como rey. Así que podemos llamar a esto una palabra presuntuosa dada del propio espíritu de Natán más bien que del Espíritu Santo.
La segunda palabra a David claramente contradijo le primera, mostrando que la primera palabra estaba equivocada y debía por lo tanto ser rechazada. Pero la Biblia no hace mención que Natán se disculpara o reconociera a David y al liderazgo de Israel que su palabra inicial era un error.
Evidentemente, tal respuesta no era necesaria, según la Biblia nos lo dice, el incidente no dañó la reputación de Natán como profeta de Dios.
Que este fue el caso se hizo evidente más tarde cuando Natán confrontó a David con sus pecados de adulterio y asesinato por su lujuria por Betsabé (ver 2 Sam. 11). Debido a que Natán se "equivocó" una vez anteriormente, David, pudo haber estado defensivo y crítico del ministerio profético de Natán, recordándole su error anterior como una excusa para rechazar la reprimenda de Natán. Pero David en lugar de eso recibió rápidamente la corrección de Natán, indicando que su autoridad profética no había sido disminuida por su error anterior. David reconoció que Natán todavía estaba siendo enviado a él por Dios con autoridad divina y aprobación, y el profeta ministró corrección al rey como la boca de Dios.
Los discípulos en Tiro Profetizan a Pablo. Cuando Pablo regresó a Jerusalén desde Asia en su último viaje misionero, el se detuvo en Tiro para visitar a los creyentes allí. La Escritura nos dice que estos discípulos "decían a Pablo por el Espíritu, que no subiese a Jerusalén" (Hch. 21:4).
El propósito principal de este viaje fue tomar una ofrenda para la Iglesia de Jerusalén de los creyentes en otras ciudades (Hch 24:17; Ro. 15:27). Pablo seguramente pudo haber enviado este dinero por otras manos, particularmente después de haber sido advertido repetidamente de los peligros que le esperaban en Jerusalén. Pero a los ojos de Pablo esta era una ofrenda especial con un destino especial, viniendo de creyentes predominantemente gentiles a quien Pablo había ministrado.
Esta particular ofrenda mostró a los líderes de una manera tangible la gratitud de los creyentes gentiles hacia aquellos en medio de los cuales el evangelio se había originado. Pablo no solamente estaba llevando asistencia financiera; él estaba declarando unidad en medio de un mutuo y continuo mal entendido entre los creyentes judíos y gentiles que plagó a la iglesia primitiva. Así que su disposición de llevar la ofrenda personalmente fue una señal de auto sacrificio de verdadera paternidad espiritual en el Cuerpo de Cristo.
Con este santo objetivo en mente, nosotros vemos que Pablo se convenció de que su decisión de ir a Jerusalén era del Espíritu Santo.
El previamente había establecido acerca de esta misión de que iba "ligado en espíritu... A Jerusalén" (Hch. 20:22). Así que ¿por qué los discípulos en tiro dicen "a través del Espíritu" que él no debía ir? (las ramificaciones de este dilema en particular se discuten en más detalle bajo la pregunta No. 7).
Aplicación Humana Añadida a Revelación Divina. Personalmente, yo creo que estos cristianos habían verdaderamente recibido una revelación de Dios, a través del Espíritu, que Pablo sufriría si viajaba a Jerusalén. Esto fue muy exacto. Mi experiencia personal y el conocimiento de cómo se recibe revelación fuera de Dios y cómo se expresa a través de por vasos humanos imperfectos me hace saber que ellos pudieron haber dado su propia aplicación e interpretación de lo que Dios les había revelado. En lugar de simplemente decir que le esperaba peligro a Pablo en Jerusalén ellos le dijeron que no debería ir. Así su comprensible deseo de protegerlo resultó en una aplicación generada en su propio corazón, más que generada en el Espíritu Santo de lo que el Espíritu estaba buscando expresar por medio de ellos.
La Biblia no registra condenación alguna de estos cristianos en Tiro por su aparentemente inadecuada interpretación. Pablo no envió una carta a sus ministros colegas previniéndoles de tener cuidado de cualquier profecía que viniera de los discípulos en Tiro.
Tampoco la Iglesia en Tiro envió un reporte sobre Pablo diciendo que él estaba haciendo su propia voluntad y en rebelión contra la revelación profética de Dios. Estas personas que profetizaron no murieron apedreados o acusados de falsos profetas. Más bien basados en la evaluación de su palabra por parte de Pablo como lo evidencia su respuesta a él - habían errado al dar una profecía personal.
La Profecía de Agabo a Pablo: Algunos días después que Pablo recibió la profecía en Tiro, el recibió otra palabra en su camino a Jerusalén por parte del profeta Agabo, a quien encontró en Cesarea. Este profeta del Nuevo Testamento tomó el cinto de Pablo, ató sus propias manos y pies con él, y dijo: "Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto" y le entregarán en manos de los gentiles" (Hch. 21:11).
Dentro de esta profecía hay dos detalles particulares que parecen no haberse cumplido literalmente de acuerdo a la narrativa bíblica. El primero involucra la palabra "atar", la cual en griego aquí significa atar, amarrar o estar atado, la segunda involucra la palabra griega que se traduce "entregar", la cual significa rendirse o transmitir. Crítico al sentido de esta última palabra esta la idea de activa, conscientemente y voluntariamente pasar algo a alguien o alguna cosa a otra persona, se emplea así en todas las 119 veces que se usa en el Nuevo Testamento.
Cuando leemos más tarde en Hechos lo que le pasó a Pablo en Jerusalén (vv. 17-46), encontramos que estos dos detalles son inexactos. Los judíos de hecho no ataron a Pablo y lo entregaron a los romanos. En lugar de eso, los romanos lo tomaron y lo ataron ellos mismos (v. 33), "rescatando" de ellos contra su voluntad, como el capitán romano también reportó después en una carta de gobernador (Hechos 23:27).
¿Fue exacta? Debemos notar que era el hábito de los escritores mencionar el cumplimiento específico de una profecía, como de hecho Lucas hizo cuando el mismo profeta Agabo, en otra ocasión, correctamente predijo la llegada de una hambruna (Hechos 11:28). Pero Lucas registra los eventos del arresto de Pablo en Jerusalén en Hechos 22 sin comentarlos.
Si la palabra fue inexacta, ¿que acerca de la habilidad y obligación de los ancianos en Cesarea de juzgar la profecía? Entre los presentes se encontraba el evangelista Felipe, sus cuatro perceptivamente proféticas hijas, y vanos otros ancianos los cuales viajaban con Pablo (Hechos 20:4) ¿no deberíamos esperar que ellos hubiesen respondido si ellos discernieran que un profeta estaba hablando una palabra equivocada a su apóstol?
La situación es adicionalmente confusa por el hecho de que Pablo más tarde reportó a los líderes judíos en Roma que el fue "entregado (la misma palabra griega) como prisionero desde Jerusalén en las manos de los romanos (Hechos 28:17). Si el uso profético de la palabra "entregado" fue inexacto, entonces ¿por qué el mismo Pablo describe el evento de esta manera?
Talvez la mejor lección que podemos aprender de esta situación es que nosotros deberíamos evitar todo pequeño "Jot and Tittle" de una palabra profética para determinar su exactitud. Detalles tales como aquellos que fueron aparentemente inexactos en las profecías de Agabo pueden hacer poca diferencia en punto de vista total que dios está tratando de hacer ver. Así que no debemos ser rápidos al juzgar una profecía como inexacta simplemente sobre la base de puntos insignificantes.
Humildad y Rendición de cuentas. Ya que todos los ministros proféticos son falibles y sujetos a cometer errores, nuestra mejor estrategia es cultivar un espíritu de humildad mientras ministramos que invite a la investigación y corrección.
Debemos mantener también relaciones de rendición de cuentas con un supervisor espiritual y con otros líderes en el cuerpo de Cristo.
Todas las profecías personales en las conferencias de CI - NPM son grabadas. De esta manera la persona que profetiza puede mantenerse rindiendo cuentas por lo que dijo, y el pueblo que escucha la profecía puede mantenerse con "rendición de cuentas" de mal interpretarla, aplicarla mal o fallar de recordar correctamente lo que escucharon.
Adicionalmente, dondequiera que miembros de CI - NPM ministran fuera de su propia Iglesia u organización, se les pide dejar hecha una evaluación del ministro presidente o el ministro anfitrión del lugar. Este formulario confidencial se envía directamente al obispo de la red para revisión.
Creemos que estos dos métodos contribuyen a tener un efectivo sistema de rendición de cuentas para tratar palabras inexactas.
Dando Seguimiento a Palabras Aparentemente Inexactas. El seguimiento adecuado a una palabra inexacta depende en gran medida del tiempo, el lugar y el contexto en que la palabra fue dada. Si se dio, por ejemplo, en una iglesia local, el seguimiento adecuado debe involucrarse a los ancianos no locales, al ministro profético y su supervisor espiritual, y a la persona que recibe la profecía.
Si la audiencia que escuchó la palabra inexacta fue local más que a nivel nacional, no hay razón a que se le dé seguimiento nacional cuando se le dé seguimiento al incidente. Pero si la palabra fue publicada nacionalmente en medio impreso o en una transmisión hay necesidad de que exista un seguimiento público con la misma audiencia.
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